jueves, agosto 31, 2006

 
Publicada 31/08/2006
Viñetas / Alejandro Gómez
Tiempos violentos

El respeto por la vida, la libertad y los derechos de propiedad es condición fundamental para la creación de riqueza y, por ende, para que un país pueda salir de la pobreza. Debemos comprender que la violencia cotidiana atenta contra esos derechos.

Si realmente queremos ser un país que pueda brindar mejores condiciones de vida para todos sus habitantes, deberíamos comenzar por tratar de ser una sociedad un poco menos violenta. Obviamente, esto no se logra con una ridícula campaña que reza “las armas sirven para tirar... tírela”. No sé cuánto tiempo habrán estado pensando semejante disparate los publicistas de turno, ni me quiero imaginar cuánto dinero se gastó en ello. En todo caso, esta campaña no es otra cosa más que una muestra más del voluntarismo ingenuo que ya conocemos. La violencia que vivimos va mucho más allá de los graves crímenes que suceden a diario. También son violencia los cortes de calles y rutas, la invasión a la propiedad privada (en todas sus formas) y las amenazas que profieren los funcionarios públicos, desde el primer mandatario, pasando por sus ministros y llegando a los integrantes del Congreso Nacional. Pero ellos no son los únicos que ejercen la violencia. Quizás cabría preguntarse ¿por qué la ejercen con tanta impunidad? ¿Por qué deberían existir penas más duras para los delincuentes comunes si no las pedimos para los ciudadanos comunes o los funcionarios públicos? No es raro ver en la ciudad de Buenos Aires a automovilistas, peatones y ciclistas, entre otros, que violan sistemáticamente las leyes de tránsito ante policías que, a su vez, tampoco cumplen con su deber. El problema va mucho más allá de ser rico o ser pobre. Suele confundirse pobreza con falta de educación y desprecio de las normas, pero se aprecia claramente en las clases más adineradas un desapego igual o superior por el cumplimiento de las normas más elementales de convivencia. Veamos un par de ejemplo: primero, el mal estacionamiento de vehículos de lujo a cualquier hora y lugar; segundo, basura sacada fuera de horario en barrios y casas que distan de ser pobres; y en tercer lugar, las deposiciones de los perros que pululan con sus amos o paseadores por toda la ciudad. Estos casos implican también una violencia que, por cotidiana y menos grave, no deja de ser un reflejo de una sociedad mal acostumbrada. Cualquiera que haya tenido la oportunidad de conocer países del llamado “primer mundo” habrá visto que estas pequeñas violaciones a las normas de tránsito o de convivencia urbana son severamente castigadas, no sólo por la autoridad sino también por los propios ciudadanos. Por el contrario, la desidia y el acostumbramiento con que hemos tomado tales faltas en la Argentina nos llevan a un estado de cosas en el que cualquier intento por hacer cumplir la más elemental norma de convivencia nos convierte automáticamente en represores. Sin embargo, los países que han logrado progresar más y brindar mejores oportunidades para sus habitantes son los que tratan de evitar y castigar con mayor eficiencia todo tipo de violencia, por menor que sea la misma. Para ello, el monopolio del uso de la fuerza ha sido delegado en el Estado. Su objetivo primordial es el de proteger la propiedad de los individuos comenzando por la primera de todas, que es la vida, siguiendo con su libertad y continuando con todos los bienes que una persona pueda llegar a poseer como consecuencia de las dos primeras. Hasta que esto no esté claro, tanto para los habitantes como para los gobernantes, será mucho más complicado llegar a vivir en un país que brinde mejores oportunidades para todos, ya que una condición fundamental para la creación de riqueza es el respeto al derecho de propiedad y a la libertad, algo que mientras sigamos viviendo en estos “tiempos violentos” será muy difícil de conseguir.

 
Delincuencia y acción de gobierno

El kirchnerismo no está intelectualmente en condiciones de afrontar el problema de la delincuencia porque su concepción ideológica está ligada a las corrientes que consideran que la represión de la delincuencia es ilegítima y violatoria de los Derechos Humanos de los delincuentes.

La puesta en ejecución de una política eficaz contra la delincuencia plantea, ante todo, un complejo problema intelectual. Quizá no muchos lo comprendan de ese modo y por eso conviene abordar el tema y procurar aclararlo. La dificultad básica para resolver el problema de la delincuencia radica en que es necesario saber qué es lo legítimo y qué no lo es. Esta confusión es un coletazo de la aplicación de métodos inapropiados para combatir la subversión terrorista en la década del 70. Desde entonces, cualquier curso de acción que implique enfrentar la ilegalidad queda sospechado “a priori” de ser represivo, genocida y violatorio de los Derechos Humanos. Por eso es necesario aclarar qué es lo que resulta éticamente aceptable y lo que no en lo referido a la lucha contra el delito. Es importante recalcar que está bien que la lucha contra el delito deba ceñirse a exigencias éticas. No es legítimo, en el marco del Estado de Derecho, combatir el delito con métodos reñidos con la legalidad. El problema radica en que aquí nos hemos ido hasta el extremo de que, por temor a incurrir en prácticas represivas ilegales, nos hemos quedado en un estado de parálisis que da pie para que cualquier tipo de acción delictiva quede sin respuesta por temor a violar los Derechos Humanos de los delincuentes. El punto de partida es un hecho evidente pero conviene repetirlo: un delincuente es esencialmente eso, es decir, un sujeto que voluntariamente eligió situarse fuera de la ley y atentar contra derechos de otros ciudadanos. Un delincuente no es una víctima de un sistema social injusto, sin perjuicio de que efectivamente haya un sistema social injusto. Por lo tanto, el delincuente no tiene derecho a justificar su accionar como una supuesta “reivindicación” ante las injusticias sociales. Si hay injusticias sociales –que por cierto las hay– habrá que resolverlas de otro modo, no cometiendo delitos. Es importante reafirmar este concepto porque, de lo contrario, queda en duda la legitimidad del propio hecho de que la delincuencia sea combatida. Una vez tipificado el hecho de que un delincuente es un individuo que eligió situarse fuera de la ley, corresponde recalcar que no por eso el delincuente deja de tener garantías y que las fuerzas de seguridad no tienen derecho a avasallar al delincuente por su condición de estar al margen de la ley. Sin embargo, esto, a su vez, no le da derecho al delincuente a ampararse en esas garantías para buscar vericuetos procesales que le permitan eludir la sanción que le corresponde, fundamentalmente para seguridad de la sociedad en su conjunto y como ejemplo ante otros eventuales delincuentes que percibirán así el costo de salirse de la legalidad. El problema es, esencialmente, de conducción política. El gobernante que tenga a su cargo la dirección política de la lucha contra la delincuencia debe respaldar plenamente la acción de las fuerzas de seguridad porque ellos, los agentes policiales, son quienes arriesgan su vida para combatir la delincuencia. Debe, además, proveerles de los recursos materiales y legales necesarios para desarrollar su tarea. Y, al mismo tiempo, debe establecer con claridad los límites a los que el accionar policial debe ceñirse. Buena parte del problema de la inseguridad pública se deriva del hecho de que los gobernantes, ocupados en otro tipo de cuestiones, no se hacen cargo de la prestación de apoyo y de la fijación de pautas claras para la guía del accionar policial. El problema de fondo es que los políticos no tienen al tema de la inseguridad en su agenda, en buena medida porque no les reditúa electoralmente, aunque existen algunos indicios de que esto podría empezar a modificarse. No deja de ser llamativo que, últimamente, hasta el kirchnerismo, ante el temor de que se le “escape la tortuga”, ha empezado a manifestar ). ¡El kirchnerismo preocupado?preocupación por el problema de la inseguridad ( por la falta de seguridad! Hay de todo en la viña del Señor. Pero esto es ilusorio. El kirchnerismo no está intelectualmente en condiciones de afrontar el problema de la delincuencia porque su concepción ideológica está ligada a las corrientes que consideran que la represión de la delincuencia es ilegítima, violatoria de los Derechos Humanos de los delincuentes. Por eso, en tanto gobierne el actual oficialismo, la situación en relación a la seguridad pública seguirá siendo problemática. Hace falta una visión política más amplia y una concepción intelectual más profunda que las que detentan los actuales gobernantes para que el problema empiece a encontrar una vía de solución. No es tan difícil establecer los criterios a seguir, en tanto haya voluntad y convicción para fijar las pautas que se deben cumplir. Lo difícil, quizá, es tener la determinación de denominar a los hechos por su verdadero nombre y, de allí en más, actuar en consecuencia. El problema está pendiente, pero el camino que cabe recorrer es el del sinceramiento, el reconocimiento de la realidad y la actuación en el sentido que las circunstancias demandan a los efectos de producir soluciones consistentes. No cabe esperar esto de este gobierno. Por el momento, no se vislumbra solución al problema. La esperanza, a pesar de todo, es lo último que se pierde.

 
Iribarne critica la política social
El ministro de Justicia, Alberto Iribarne, admitió la incapacidad de su gobierno de hacer algo para que la ciudadanía deje de sufrir la inseguridad.Según www.26noticias.com.ar Iribarne sostuvo que "son más efectivas las políticas sociales para combatir el delito que una política criminal" y afirmó que es "una obligación del Estado corregir la desigualdad entre las personas".Iribarne participa de ese Estado desde hace muchos años: Fue viceministro del Interior de Menem y ahora es ministro de Justicia de Kirchner. Siguiendo el razonamiento de Iribarne, ninguno de los dos gobiernos, a juzgar por la inseguridad reinante, mejoró las políticas sociales. No sabemos si la declaración del ministro es una crítica a la hermana del Presidente, Alicia Kirchner, quien es responsable del área social de este gobierno.

miércoles, agosto 30, 2006

 
Ambiente turbio
A un día de realizarse en Buenos Aires una marcha por la seguridad el clima político argentino se enrarece.La manifestación fue convocada por un hombre que hace más de dos años perdió a su hijo en manos de una banda de secuestradores. El gobierno golpea fuerte para desacreditar a los organizadores. Por otro lado referentes más extremistas del oficialismo muestran la preocupación de su mandamás mostrándose totalmente sacados.Es bueno que esta gente exteriorice sus inclinaciones intolerantes y violentas, de esta forma van a cansar pronto a la población y ayudarán a acelerar el agotamiento de este ciclo de prepotencia institucionalizada.

Escrito desde Madrid

 
La sociedad frente al delito
Filed under:
Noticias— admin @ 12:00 pm
La inseguridad y el temor a ser víctima de un delito encabezan las encuestas sobre demandas ciudadanas en los más importantes centros urbanos del país. Así lo señala un informe del Centro de Estudios Nueva Mayoría, sobre la base de datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el Registro Nacional de Reincidencia (RNR) y el Sistema Nacional de Información Criminal (SNIC). Por su parte, la encuesta sobre victimización que realizó en julio el Ministerio de Justicia reveló que el 88 % de los habitantes del área metropolitana consideran entre probable y muy probable ser víctimas de delitos.

 
Es indignante la campaña miserable que están haciendo algunos cercanos al gobierno para ensuciar la marcha que Blumberg organizó para el jueves 31. Decir que es una marcha que no sirve para nada, mezcla de debilidad mental con complicidad con la delincuencia y las mafias político delictivas que se abusan de la comunidad.La marcha es un intento de la comunidad, de la gente, por llamar la atención sobre un tema importante. El mensaje es: hagan algo más que rosquear políticamente y preocuparse por el poder, úsenlo para mejorar las cosas, déjense de joder con posiciones ideológicas que ya no engañan a nadie, den servicio, aprendan a gestionar, den la batalla en contra de las estructuras delictivas en vez de servirse de ellas o temerlas. Y estos miserables, al esgrimir estos argumentos, intentan cambiar el signo.
Por otra parte, ¿qué es la derecha? ¿El proceso? No, el proceso es delito, como el peronismo. ¿Menem? Lo que no sirvió fue el grado de corrupción que tuvo su gobierno, corrupción de la que muchos de los que están en el gobierno actual participaron.
Politicos: Idolos de la corrupción y la ineficacia, mal intencionados simuladores, incapaces y rosqueros incansables, usadores de dineros públicos.Esta legítima preocupación de la gente de que los políticos no logran solucionar nada, ni tratan de mejorar la situación?
¿Cómo uds que se dedican a la rosca diaria pueden acusar a alguien de querer hacer política cuando es lo único que uds hacen todo el día, y mal?
No vengan a vender otra vez la idea de que el mal son las imágenes del pasado: el mal de hoy son ustedes. Para ocultar eso cuentan historias sorprendentes (Amazing Stories), fantasiosas y mal intencionadas.
100volan-30/agos/06

 
Vueltos
Ayer supimos que las obras sociales sindicales eludieron parcialmente rendir cuenta sobre el uso de un fondo de 330 millones de pesos que tienen asignado para cubrir operaciones quirúrgicas complejas, y representa el 10 por ciento del descuento que se le hace a cada afiliado. No es una versión: lo dijo la Sindicatura General de la Nación (Sigen). Entonces, recordamos, aunque luego olvidamos, que el mundo del trabajo en la Argentina es así: el gobierno decide qué gremio representa a cada rama de oficio, y cada obrero está obligado a afiliarse a dicha organización, quedando, por su parte, los empresarios forzados a descontarle las cuotas y depositarlas a orden de ese sindicato y a negociar con él las condiciones de trabajo. Con "vueltos" como los que ha revelado la Sigen, se forman los tesoros de guerra que mantienen a los capos sindicales, por décadas enteras, al frente de sus asociaciones, y hasta permiten heredarlas en sus hijos, cuando no sirven para
financiar la política del peronismo en sus cortos períodos de falencia del poder. Si el presidente Kirchner quiere verdaderamente acabar con el "pensamiento único", como nos dice, ¿por qué no termina con la dictadura en el campo sindical y permite que cada trabajador elija libremente su organización?

martes, agosto 29, 2006

 
Pocos países se han desacreditado tanto como Argentina en los últimos cien años. Nos sobra geografía pero nos falta crédito y reputación. Tenemos tierras en abundancia pero hemos perdido población y capitales a favor de otros países. Coexisten piquetes y atraso con degradación institucional y baja productividad. La pobreza es el resultado lógico de este cuadro de situación.
En estos últimos tiempos hubo en la sociedad argentina una profunda y dramática transformación impensada en las primeras décadas del siglo pasado, como tampoco por los patriotas de 1810 ni por las generaciones del 37 y el 80. Las imágenes de aquella Argentina se topan con la actual Naciòn devaluada que ha perdido el rumbo, con instituciones políticas barridas por la demagogia y cercenado su destino de grandeza.
Desde el Renacimiento democrático de 1983 la incapacidad de la dirigencia política comenzò a hundir al paìs y continuò su obra devastadora socavando a las instituciones de la Repùblica hasta convertirlas en dóciles instrumentos de cada poder de turno.
Señales del embrutecimiento las podemos ver en los crímenes perpetrados por una delincuencia brutal; por la crisis de la familia y su derrumbe como Institución; en el sistema educacional en vìas de disgregación y en la transformación de la moral.
Esta todo el tejido social descompuesto y la sociedad política bloqueada y fragmentada por ideologías disolventes portadoras del odio y el revanchismo; porque estàn encaramados en los estamentos del gobierno los mediocres, los que se ufanan de su inmunidad para quebrantar la ley.
Las condiciones en que se desenvuelve la lucha política en nuestro país, nos muestran dinero y aparatos que manipulan a la sociedad para obtener sólo mas dinero y poder. La cantidad prevalece sobre la calidad, y el éxito sobre el bien común. Pero el fin de la política, mas allá del éxito, es el bien común. Y este debe guiar nuestra reflexión.

 
DONDE LA CONSTITUCIÓN ES UN ADORNOLa Constitución ya no tiene vigencia. Es un adorno. El cemento del país actual no es el de sus instituciones formales, que apenas ocultan el verdadero orden. Ya no vivimos en una república representativa, aunque el exótico sistema que nos supimos conseguir todavía pueda esconderse tras una fachada de legitimidad democrática. El poder real pertenece a una coalición de cabecillas que mandan sobre grandes bandas con jurisdicción territorial, y que mantiene vínculos informales complejos con policías, jueces, políticos y traficantes diversos. Los viejos “aparatos” partidarios se entretejen con las nuevas agrupaciones piqueteras, en parte autónomas pero también dependientes de prebendas que permiten manipularlas. La ficción de legalidad sirve para consolidar este orden extralegal. La justicia se blande para castigar los desafíos a esta ilegalidad informalmente instituida.

 
En estos días se ha producido una nueva burla a la sociedad con el regreso de Alicia Kirchner al ministerio de Desarrollo Social, a partir del cual ha salido a la luz una serie de datos alarmantes, no por desconocidos, sino porque ponen de manifiesto la manipulación del gobierno sobre la información y la explotación política de la pobreza.Nos hemos enterado que ese ministerio maneja un presupuesto de 3.500 millones de pesos (1.500 millones de dólares) destinados a la “ayuda social”, eufemismo con el que se denomina al asistencialismo; y que, desde esa repartición, se instrumentan tres programas sociales de orden nacional que llegan a una población de 6 millones de beneficiarios, todos en situación de pobreza y carencias extremas:
El Plan Alimentario Nacional, que maneja el proyecto “El hambre más urgente”, cuyos beneficiarios totalizan unos 4 millones de personas (familias con niños menores de 14 años, mujeres embarazadas, personas que padecen desnutrición o discapacidades y adultos mayores que viven en condiciones socialmente desfavorables), para el cual dispone de un presupuesto de 1.000 millones de pesos anuales;
El Programa de Desarrollo Local y Economía Social, conocido como “Manos a la Obra” al que le asigna un presupuesto de 500 millones de pesos anuales y del que son beneficiarias unas 550.000 personas. Y el Plan Familias –que también depende del ministerio de Trabajo, por cuanto incluye al Plan Jefes y Jefas de Hogar– que alcanza a 1,5 millones de beneficiarios y al que Desarrollo Social destina un presupuesto de 1.500 millones de pesos anuales.
Si sumamos los beneficiarios de los planes oficiales, el número oscila en el orden de los 6 millones. Es decir que oficialmente se admite que tenemos más del 16% de la población asistida por planes sociales, lo que significa que no tienen trabajo y se encuentran cercanas a la indigencia.
Por otro lado, en los periódicos del domingo 4 de Junio del corriente año, se publicó una publicidad denominada “Recursos humanos: ¿Argentina nuestra o ajena?”, anunciando una charla debate a llevarse en ND Ateneo de Buenos Aires, propiedad del secretario de Medios, José Albistur.
Por ella nos hemos enterado que en nuestro país hay más de 7 millones de menores de 18 años que viven en la pobreza. Considerando que cada uno debe tener padre y madre, se suman otros 14 millones de personas más. Es decir que, sin contar abuelos y hermanos mayores de 18 años, se admite que los pobres sumarían la friolera de casi 21 millones. Si tenemos en cuenta que los panelistas fueron Juan Pablo Cafiero, ex ministro de Desarrollo Humano de la provincia de Buenos Aires; Adolfo Aguirre, director del Instituto de Estudios y Formación de la CTA, y Gustavo Palmieri, integrante del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que conduce el asesor presidencial Horacio Verbitsky, concluimos en que las cifras no deben de estar muy alejadas de la realidad.
Cualquiera sea la verdad, tanto una como la otra, son cifras verdaderamente pavorosas.Si a esta realidad le agregamos que existe la posibilidad de unificar el ministerio de Desarrollo Social con el de Salud, que tiene un presupuesto de más de 2.100 millones de pesos, podemos decir que algo sigue oliendo a podrido en la Argentina.

 
Dime qué diario lees...

Para comenzar la semana con una sonrisa, va un perfil de los lectores de los diferentes diarios de Buenos Aires.
-Página 12 lo lee la gente que hoy dirige el país.
-Clarín, la gente que piensa que dirige el país.
-Ámbito Financiero, la gente que piensa que debería dirigir el país.
-Infobae, quienes creen que ellos deberían dirigir el país, pero no entienden ni jota de lo que dice Ámbito Financiero.
-La Nación, la gente que no tendría problemas en dirigir el país, si pudiera hacerse el tiempo.
-La Prensa, por aquellos cuyos abuelos acostumbraban dirigir el país.
-Crónica lo lee gente que no está muy segura de qué dirigentes y qué partido político está dirigiendo el país.
-Diario Popular, gente que no le importa quién está dirigiendo el país, mientras haya bingos y quinielas.
-La Razón, gente que no está segura de dos cosas: si hay un país y si alguien está dirigiéndolo.
-The Buenos Aires Herald, lo lee gente que está dirigiendo varios países.
-Olé lo lee una inmensa mayoría de gente que consume deportes para no pensar en el país y sobre todo, en quiénes lo dirigen...
-Perfil lo leen los que creen que saben quienes no deberían dirigir el país y les gusta recordarlo todos los domingos.

lunes, agosto 28, 2006

 
Publicada 28/08/2006
Roberto Cachanosky
La política del felpudo

Cada vez son más los dirigentes empresariales y sindicales que aceptan convertirse en cortesanos del poder con tal de asegurarse un mercado cautivo, la posibilidad de aumentar los precios o un incremento salarial por decreto.

Para el Gobierno y sus defensores, la tasa de inflación no tiene nada que ver con un problema monetario. Dicho en palabras de los kirchneristas, el análisis de la ortodoxia monetarista (vaya uno a saber qué significa esta frase cohete) no se ajusta a la realidad. El problema, dicen quienes defienden el actual modelo económico, tiene que ver con un problema de oferta. Es que la demanda aumentó tanto que la oferta no pudo seguirle el ritmo, sostienen desde el Gobierno. Por otro lado, la versión económica más primitiva que tienen los defensores del Gobierno proclama que la inflación tiene que ver con la actitud avara de los empresarios que quieren ganar mucho dinero y, en vez de invertir para aumentar la producción sin subir los precios, prefieren incrementarlos y obtener rentas “injustas” e “irrazonables”. En cambio, la versión más “sofisticada” para explicar el problema inflacionario apela a la falta de inversión. Claro, cuando uno observa el discurso y las medidas económicas del Gobierno y sus defensores, encuentra dos problemas. En primer lugar, existe una especie de carga de resentimiento que les nubla el razonamiento más elemental. Segundo, es tan intelectualmente precario el razonamiento económico que tienen, que ellos mismos quedan enredados en una telaraña de contradicciones. Veamos algunos ejemplos. El Gobierno es un ferviente defensor del modelo de sustitución de importaciones, que es lo mismo que decir que es un ferviente defensor de transferencias compulsivas de ingresos de los consumidores a los sectores protegidos. La contradicción reside en que el Gobierno primero crea las condiciones para restringir la competencia en el mercado y luego se queja de la falta de inversión que impide aumentar la oferta de bienes y servicios. Ilusamente, piensa que si le otorga un mercado cautivo a un sector productivo, éste va a invertir en vez de ser avaro y tratar de ganar más de lo que ellos definen como justo y arbitrario. Asimismo, los funcionarios del Gobierno suelen hablar sistemáticamente de utilidades justas y razonables, equidad social y demás generalidades. Pero estas generalidades se traducen en limitar, vía regulaciones y controles de precios e impuestos, las utilidades extraordinarias que les otorgan a determinados sectores. Si a esto le agregamos la tolerancia con que Kirchner observa las violaciones a la ley que cometen funcionarios de su Gobierno como D’Elía, que se ufana de haber violado la propiedad privada, o un secretario de Comercio que se enorgullece de tener zumbando a los empresarios y al mismo presidente que, desde el atril, levanta el dedo acusador contra diferentes sectores empresariales, no se entiende cómo pretenden resolver el problema inflacionario aumentando la oferta vía inversiones. En otros términos, si para el Gobierno, en su versión más sofisticada de razonamiento económico, el problema inflacionario tiene que ver con la falta de inversiones y, al mismo tiempo, crea todas las condiciones para que nadie ponga un peso en la Argentina, va a resultarle muy complicado reducir la tasa de inflación de acuerdo a su teoría económica. Tiene el Gobierno, entonces, una visión voluntarista y contradictoria del proceso inversor. Esto lo lleva a “arbitrar” la distribución del ingreso. Si para el “iluminado” funcionario público un sector gana mucho, tiene que reducir sus utilidades y repartirlas con los asalariados. En otros términos, los “iluminados” se consideran seres supremos que pueden establecer con precisión cuánto tiene que ganar cada sector productivo y cuánto tiene que ser el salario justo. El resultado de esta política no puede ser otro que una falta de estímulo al esfuerzo personal para mejorar económicamente y su reemplazo por una actitud de espera a que el burócrata iluminado le otorgue un “justo” incremento de sus ingresos a costa de otro sector. Es indudable que, con semejantes reglas de juego, estar del lado del Gobierno es la clave para mejorar los ingresos. Tenemos así a sectores empresariales y dirigentes sindicales que terminan transformándose en cortesanos del poder, al punto de humillarse frente al burócrata con tal de tener un negocio cautivo, una autorización para incrementar sus precios o un aumento de salarios por decreto. Ser felpudos del funcionario público, perder la dignidad, dejarse atropellar y mantener la boca cerrada a cualquier crítica denigra a las personas y crea las condiciones para destruir la república y darle rienda suelta al populismo, la demagogia y el autoritarismo. La Argentina no sólo es víctima de un primitivismo económico insospechado, tal vez movilizado en parte por la ignorancia y en parte por el resentimiento, sino que, además, ese primitivismo conduce a la denigración del hombre mediante la destrucción de la república. En rigor, da para el debate establecer si la república está siendo destruida por la ignorancia económica o si, como el objetivo es la destrucción de los valores republicanos, el Gobierno recurre a la arbitrariedad económica. Lo concreto es que más de uno dejó de sentirse ciudadano para pasar a la categoría de felpudo. Y más de uno acepta ser pisoteado por aquellos a los que les paga el sueldo para que administren el país, porque prefiere ser felpudo a luchar por la dignidad de ser un ciudadano con mayúsculas.

 
········································································································································
CEREMONIA EN LA CASA DE AMERICA, EN MADRIDLa voz de los olvidados
Jorge Göttling, un gran periodista que trabaja en Clarín, recibió ayer, de manos del Rey Juan Carlos, el premio Don Quijote, que por primera vez se otorga como parte de los Premios Internacionales de Periodismo Rey de España. La distinción resalta la gran calidad del lenguaje utilizado por Gottling en sus columnas. Introduce lenguaje muy nuestro, de lunfardo, y mezcla el tango con la calle, para contar historias de los olvidados, los marginados por el sistema y los que ya no tienen ni para morirse.Uno de sus textos más famosos es “La espera del ciruja de Plaza Francia“, le valió reconocimiento. Es una columna muy triste que vale la pena leer y, si se puede, disfrutar.
“El alemán” (así se lo conoce) nació en 1939, trabajó once años en el diario El Mundo y ya hace treinta que está en Clarín. Es autor del libro “Tango, melancólico testigo“. En 1997 ganó el Premio Konex de Comunicación.Después de ganar el premio Don Quijote dijo emocionado: “Para mí este premio es la culminación de mi carrera. Aceptar, al fin, que he reparado partes oscuras de mi historia y que he devuelto mucho de lo que la calle me enseñó”.Un grande.

La espera del ciruja de Plaza Francia
También él es un paisaje de la Ciudad. Con cada ocaso, con la casa puesta como un caracol, el hombre se ubica en el mismo banco de la Plaza Francia. Despliega despaciosamente sus pertenencias, comienza a construir su lecho.Ocupará caprichosamente tres o cuatro metros cuadrados de la manzana más cara de Buenos Aires hasta que el sol despunte. Es difícil que alguien conozca su nombre, pero quien lo vio alguna vez, quien se tomó tiempo para descifrarlo, sabe que es un ciruja distinto. Tampoco nadie conoce su voz: no pide, no reclama, no protesta, no acepta.Improvisa un colchón con trapos grises, ennegrecidos por la suciedad o por los años, sus frazadas son extendidas bolsas plásticas, también un cuero pesado e incoloro. No se echará hasta la medianoche. Ilumina su banco la tenue luz de una tulipa pública. Eso es su escritorio y —creemos— su sala de lectura. El hombre lee un diario con la mirada fija, sin lentes, adivinando la letra impresa, hasta que el sueño llegue en su auxilio.Tiene ojos celestes, la sal del tiempo le oxidó la cara, le dejó estigmas, hinchado por el vino o los hidratos, manos que se prolongan en dedos amorcillados, con uñas largas y negras. Viste ropa ajada, que alguna vez estuvo de moda, como él. Coloca a su lado una casilla de madera, una cucha, que invariablemente portará cuando parta, al alba, rumbo al norte o al olvido.Alguien arriesga una historia sobre este ícono de la decadencia. Alguna vez fue próspero, tuvo esposa, hijos amores tan furtivos como los sueños. Los hijos partieron, su perro se fue tras una perra y la mujer tras otro hombre. Pasó de la depresión a la locura, trató de refugiarse con sus hijos, pero no: nunca se sabe si falta una habitación o sobra un viejo. En orfandad, aprendió que la vida es una lata que hay que seguir abriendo. No hay revancha para los duros, tampoco la busca. Se oculta, entonces, en la diáfana Buenos Aires de afiche. Resignado ante la pérdida y el olvido, sólo ha guardado la casilla: él cree que su perro ha de volver.

 
Un sindicalista (moyano) abrió «su» hotel en Mar del Plata con presencias que incluyeron al matrimonio presidencial, ministros, legisladores, gremialistas y hasta un par de empresarios. El dirigente sindical le ofreció la mejor suite a la primera dama, pero ésta (con su marido) eligió otro hotel para pasar la noche. Se habló de la Ley de Accidentes de Trabajo, del nuevo velorio de Perón y hasta de fútbol (preocupa la posible sucesión de Julio Grondona, que ahora le reclama al monopolio «Clarín» un aumento en los derechos de televisación para los clubes). La política tampoco faltó en concurrida vernissage de una muestra auspiciada por una petrolera. Lo más saliente: el relato de una pelea entre el Presidente y un encumbrado gobernador.
· Mar del Plata en invierno también puede ser una fiesta, diría un Hemingway doméstico, al menos para el oficialismo. Hacia «la Feliz» de antaño partió el matrimonio presidencial, ella para inaugurar un congreso de cultura y luego cambiarse en minutos de vestido, al mejor estilo Legrand o Eva Perón, para acoplarse a su marido -siempre con la misma ropa casual como si no le importara el atuendo-, quien la llevó a otro estreno: el 5 estrellas de los camioneros, el 15 de Diciembre (¿por qué el sindicalismo carece de imaginación y siempre denomina con fechas a sus hoteles?). Un soberbio emprendimiento que sorprendió hasta a los empresarios que acompañaron el festejo, los habitués de la Unión Industrial, Alberto Alvarez Gaiani y el controvertido Ignacio de Mendiguren. Gente que frecuenta grandes hoteles en el mundo y que, en este caso, se declaraban asombrados por el buen gusto, la terminación y la amplitud del edificio. Después hay quien se pregunta hacia dónde van los subsidios oficiales: una mínima parte se ha trasladado, para alegría gremial camionera, a ese inmueble que recuerda a los gigantes de Luz y Fuerza que se crearon a finales de los 60 en la marea inversora sindical. No se repitieron, y sirven para que los afiliados vivan 15 días de vacaciones como no viven durante el año. Fiesta, claro, de Hugo Moyano, quien no reparó en gastos y también ofreció un servicio de calidad (Schuster, el que fuera preferido de Carlos Menem en su momento) para agasajar a la pareja mandante, también a su jefe de Gabinete, Alberto Fernández, al intendente porteño, Jorge Telerman (curioso: no estuvo Daniel Scioli), ministros clave como Julio De Vido, también Carlos Tomada ( curioso: no estuvo Aníbal Fernández) y especial ubicación para el senador José Pampuro, ya instalado como uno de los candidatos privilegiados de Olivos para suceder a Felipe Solá, de reposado acompañamiento con su ex mujer María Teresa González Fernández (al gobernador, amablemente, sus amigos lo definen como «chavista», no por el propósito de reelección o su debilidad por el jefe venezolano, sino porque su influyente novia se llama María Elena Chávez)...............(charlas de quincho AMBITO)

 
Argentina está 60° en ranking de salarios
Con la política de dólar alto no debe sorprender que el país esté 60º en un ranking de salarios (sobre un total de apenas 70). Este sirve para comprobar la estrecha relación que existe entre esa política oficial y el elevado índice de pobreza que si bien hoy está en 34%, podría haber caído mucho más. Así, en Buenos Aires el salario por hora, no llega a u$s 2, por debajo de los u$s 2,70 de San Pablo, los u$s 3,20 de Santiago de Chile y mucho más del líder, los u$s 25,70 de Zurich.
AF28/08/06

las exportaciones de petróleo cayeron casi un 60% en 2006
Los números de la Secretaría de Energía revelan que, en el primer semestre del año, las exportaciones de crudo fueron de apenas 2,1 millones de metros cúbicos, casi 60% menos que en igual período de 2005. Si semejante caída no tuvo un efecto más grave en el sector fue gracias a las fuerte suba que tuvo el precio del barril en el mercado internacional. De esta forma, medido en dólares la merma que sufrieron las empresas en su facturación fue de sólo 34%.
C.Com28/08/06.

Un trabajo de la Universidad Di Tella dado a conocer en la semana, señala que el 70,6% de un grupo de gente encuestada considera que la suba en los precios supera lo informado por el INDEC. La inflación para ese grupo de personas se ubicaría en torno al 18%.. Para Vladimir Werning de JP Morgan, "la medición de la inflación oficial difiere de la que se observa en la realidad.En los primeros siete meses del año la dinámica de los bienes con precios libres fue el doble en comparación a la que registró el segmento de los no libres, repiten hasta el cansancio los estudios de los analistas privados. Pero como la mayor parte del IPC se encuentra controlada, no habrá retroalimentación piensan en el BCRA.

sábado, agosto 26, 2006

 
Miedo
Mientras el oficialismo intimida a la UCR y se queda con la mitad de ese partido, los judíos son amenazados por Quebracho, que les prohíbe manifestar frente a la embajada de Irán, y Luis D'Elía renueva su amenaza de ir a "romper" el acto de Juan Carlos Blumberg, pues inundará, dicen, la Plaza de Mayo con los "chicos de la calle". A la vez, el superintendente de Servicios de Salud, Héctor Capaccioli, invita a no pagar las cuotas de este mes a las clínicas de medicina privada. Claro, el socio no paga, pero luego se enferma y no le van a mandar el médico. Blumberg, por su parte, como si fuera un barra brava, tiene prohibida la entrada en las canchas de fútbol para esta fecha (durante todo este fin de semana), o que se levanten carteles invitando a su marcha. Puede decirse, sin riesgo, que dos terceras partes de las decisiones particulares están orientadas por el miedo a que pasen o no pasen ciertas cosas: a perder el puesto, a perder el subsidio para obras ya iniciadas, a ser asaltado o que le rompan a uno la cabeza por manifestarse o a que investiguen los trapicheos en la AFA.

LNP-editorial

 
Confianza
Bahía Blanca. Como se preveía, el Concejo Deliberante destituyó al ahora ex intendente Rodolfo Lopes. De aquí en más, gran parte de lo que ocurra dependerá del propio Lopes quien, incluso bajo las circunstancias actuales, puede aportar algo para que la ciudad salga de la crisis institucional en la que su accionar doloso o culposo la sumergió. Lopes podría, en alguna medida, ayudar dando un paso al costado, defendiéndose en sede penal, pero liberando a Bahía Blanca del peso político que supone su presencia latente. Esto es, acatar la decisión del Concejo sin recurrir a la Suprema Corte, organismo que podría verse obligado a restituirlo en el cargo por una ley aprobada en la época de Eduardo Duhalde, justamente, para proteger a intendentes con problemas penales, que los había, los hay y son muchos. No se trata de pedir que Lopes no se defienda sino que lo haga en cuanto a los delitos que se le atribuyen y que, en el plano político e institucional, deje a la ciudad recuperar algo del tiempo que le hizo perder, que es mucho y muy valioso. Seguramente, una actitud así podrá ser bien vista por una comunidad que alguna vez le confió su voto, pero que ya le perdió completamente la confianza.

LNP-editorial

jueves, agosto 24, 2006

 
Diplomacia K

“nunca, en la historia argentina, tan pocos han hecho tanto daño a las relaciones con tantos otros países en tan poco tiempo.
“…El embajador argentino en USA, José Octavio Bordón, se reunió con el titular de Asuntos Hemisféricos de aquel país, Tom Shannon, y dedujo luego del diálogo que “hay diferencias en todos los puntos de la agenda” y no pudo confirmar el posible viaje del presidente Néstor Kirchner a New York… “Por el momento Kirchner no viajará a New York”…” (Urgente 24, 17/8/06).
El embajador argentino ante la ONU, César Mayoral, confirmó esta mañana que a partir de una decisión “a nivel presidencial”, la Argentina “por ahora” no participará de la fuerza de paz que se desplegará en el Líbano.
Mayoral señaló que no existían “posibilidades materiales de juntar lo que las Naciones Unidas han pedido” y destacó que se requerían “tropas de determinadas características”…” (Crónica y análisis, 16/8/06).
Y todos sabemos que es MENTIRA. La realidad es que una de las pocas cosas para lo que parte de las ffaa K está realmente preparada es para estas misiones de paz. Pero el problema es que se acercan vencimientos varios miles de millones de dólares, y existe una promesa del yosapa bolivariano de prestarnos esa guita; entonces…No olvidemos que K. tiene una alianza con Chávez, y el tiranozuelo venezolano anda “culo y calzón” con los terroristas de la Hezbollah y con Irán… lo que haría que la presencia de tropas argentinas en Líbano generara más despelote que ganancia… O sea que seguiremos a contramano del mundo.

 
Kirchner: ? concepción militar de la política¿
Siempre prevalece su voluntad. Parecería obtener aquí un placer morboso, digno de un estudio psicológico. Y al enemigo categorizado como “neoliberalismo” se lo tiene arrinconado contra las cuerdas al martillar continuamente que es el responsable de todos nuestros males… particularmente desde el último gobierno militar. Curiosamente, el que surgió de la lucha contra la guerrilla. Poner preso a Martínez de Hoz, significaría en este esquema un “ejemplo demostración” de lo que le podría pasar a economistas y empresarios de la misma líneaPara Kirchner, y su “inteligencia de poder” conformada por marxistas y gramscianos, las teorías militares sobre enemigos y aliados, teatro de operaciones, victoria y derrota, estrategia y táctica, etc., no parecen desconocidas. Lo muestran a cada paso que dan hacia la hegemonía total.
En efecto, la “maquina de construcción de poder” que maneja hoy el gobierno, parece reflejar un modo de análisis “militar” acerca de cómo poner la relación de fuerzas a favor de si mismo y de sus “compañeros de ruta”.
Realidades históricas justifican la necesidad del análisis de la política con un razonamiento militar, por lo menos para entender lo que pasó y lo que está pasando actualmente.
No tan solo procuran y detentan la ocupación del poder en los términos del tiempo que delimitan las normas constitucionales, que rigen la permanencia a cargo del poder ejecutivo, corregido y aumentado reelecciones mediante.
En el clásico “Arte de la guerra” encontraremos algunos “razonamientos” que ayuden a interpretar lo que quiero significar con la “concepción militar de la política” de nuestro gobernante de turno.
Napoleón aplicó al extremo el mismo tipo de razonamiento militar que intento describir aplicado al poder. Decía que “mi poder esta basado en mi gloria, y mi gloria en las victorias que he logrado. Mi poder caería si yo no le diera como sustento mas gloria y nuevas victorias. La conquista me hace lo que soy; solo la conquista me puede mantener.”
En pequeño, Kirchner utiliza el mismo tipo de razonamiento. Y sus compañeros de ruta están encaramados al mismo proyecto. Y si “fracasa” Kirchner, saltarán rápidamente del barco, y en una sociedad casi inerme intentarán otra vez el asalto al poder, por cualquier medio. Por eso es necesario desarrollar una estrategia de poder que sea sobre todo realista.

 
SITUACIÓN
Kirchner expresó reiteradas veces que aún estamos en el infierno, dejando entrever que lentamente estamos saliendo del mismo. La realidad es bien distinta. Cada vez estamos más y más metidos en el infierno. Con estas decisiones gubernamentales, con estos engaños casi pueriles, con estas medidas demagógicas y mentiras evidentes, con esta corrupción generalizada, estamos asegurándonos un lugar en el mismo por muchos años.
Los argentinos debemos ponernos de pie.¿Pero como hacerlo, si nuestros representantes están comprados por el mismísimo diablo?
Peligra nuestro futuro, la vigencia constitucional y la democracia que tanto nos costó recuperar. Esta está a punto de colapsar.
La Patria está en un verdadero peligro .Debemos evitar a toda costa, siempre dentro de los derechos y los carriles que nos otorga la Justicia y la Constitución, el lento envenenamiento del cuerpo social de la Nación.

 
VERDADEROS ENGAÑOS
Disponer de una prensa comprada, ha dejado de ser funcional al gobierno, lo burdo del mensaje transmitido, le ha hecho perder credibilidad hasta para el más distraido de sus destinatarios.
Promesas de fantasiosos créditos para adquirir viviendas, el reflotar la causa de las coimas en el Senado o disparatadas denuncias sobre la usurpación del acuífero Guaraní, no han podido distraer a la opinión pública, para quien la inseguridad se ha transformado en la peor de sus pesadillas.
Que a partir de ahora se recurra a métodos violentos con el fin de acallar reclamos populares, no sería de extrañar dada la conducta que observaron en el pasado, quienes hoy están en el poder.
La ciudadanía tiene que estar preparada, no debe dejarse intimidar, ni engañar por quienes son los únicos responsables de la falta de seguridad que hoy se padece en Argentina.
Son momentos de compromiso, nadie surgirá mágicamente y defenderá derechos que nos son propios, es nuestra responsabilidad, demostremos que no les tenemos miedo.
Al país se le presentan realidades ficticias y fabricadas, verdaderos engaños. Una verdadera afrenta a la capacidad intelectual de los argentinos. Un menosprecio mayúsculo a los ciudadanos que, aunque le pese al gobierno, cada vez se percatan más de las falacias gubernamentales.
Hoy ya no pueden quedar ningún tipo de dudas, sobre el sesgo decididamente autoritario retrógrado y contrapuesto a la dirección adoptada por los países que van a la saga en cuanto al crecimiento, desarrollo y del bienestar de sus respectivos pueblos, dejando de ser una lejana quimera y convirtiéndose en una verdadera realidad.
En otras palabras, vamos a contramano del mundo desarrollado e inclusive de la mayoría de los países en vías de desarrollo como el nuestro, que lentamente con esfuerzo y adecuada orientación del gobierno, van en vías de convertirse en sociedades altamente civilizadas.
La senadora por la provincia de Santa Cruz pidió licencia y asumió nuevamente la titularidad del Ministerio de Desarrollo Social. Una vez más, Kircher manipula la voluntad popular según su personal conveniencia y necesidad. Si bien esta maniobra no entra dentro de lo ilícito, constituye una nueva estafa a la voluntad popular y está situada en el limbo que separa lo ético y lo que no lo es.
El titular de ese ministerio hasta este momento, Juan Carlos Nadalich, sin haber sido cuestionado por su desempeño, con una mansedumbre digna de una dócil oveja y con desprecio absoluto a su propia dignidad. acepta sin más, ser desplazado a un segundo plano.
Lo expresado en estos dos últimos párrafos no hacen más que aumentar el descrédito de la clase política
Las faraónicas obras anunciadas por Kirchner, el tren bala a la ciudad de Córdoba, la nueva usina nuclear, los reclamos de los indígenas en el Chaco y los Mapuches en la provincia de Neuquén, provincias gobernadas casualmente por gobernadores no kirchneristas, la reactivación, con profusa y abundante prensa, del caso de los sobornos en el Senado, los créditos hipotecarios que cubren el 100% del valor del inmueble a adquirir, constituyen a las claras, anuncios populistas y maniobras distractivas para la ciudadanía. Verdaderas manipulaciones de la opinión pública, seguramente con una espuria finalidad.
Al país se le presentan realidades ficticias y fabricadas, verdaderos engaños. Una verdadera afrenta a la capacidad intelectual de los argentinos. Un menosprecio mayúsculo a los ciudadanos que, aunque le pese al gobierno, cada vez se percatan más de las falacias gubernamentales.
Los argentinos ante estos hechos, deberíamos sacudirnos nuestra modorra, apatía e indiferencia antes que sea demasiado tarde..
“Poco a poco, paso a paso, con súbitos avances y algunos pequeños retrocesos tácticos, el gobierno va tejiendo una telaraña de acero dentro de la cual quedan atrapados los argentinos, sus libertades y las instituciones”.

 
Todo régimen totalitario para mantenerse como tal en el poder, debe indefectiblemente recurrir al uso de la violencia, y el argentino no es la excepción.Desde el mensaje mafioso de Alberto Fernández a Blumberg, hasta las amenazas en lenguaje procaz de Luis D’Elía, de provocar enfrentamientos en Plaza de Mayo el 31 de Agosto, revelan que los métodos violentos, forman parte de la estrategia oficial.
El subsecretario de Tierras para el Habitat Social sabe de impunidad. Desde la primera expropiación de tierras, a los tiros, en 1985 (Pcia. de Buenos Aires, gobierno de Alfonsin), pasando por la toma de la comisaría 24 en la Boca, con destrozos importantes y el robo de un cuadro de Quinquela Martín, hasta impedir con su huestes la venta de combustible desde las estaciones de servicio de la empresa Shell, D´Elía continúa su raid delictivo ante la mirada complaciente o por lo menos muy, pero muy distraída del Ejecutivo Nacional, del que hoy forma parte.
Nuevamente el inefable asaltante y copador de comisarías y desde ya un tiempo, flamante subsecretario de Tierras para el Hábitat Social, Luis D´Elía, efectuó una de sus ya habituales y polémicas acciones. En un operativo, seguramente sin precedentes, cortó personalmente las alambradas en las tranqueras de una estancia privada en la provincia de Corrientes, perteneciente al empresario norteamericano Douglas Tompkins. El argumento de D´Elia era que esos alambrados cercenaban la libertad de circulación de pobladores de la zona.D´Elia se arrogó una atribución exclusiva de la Justicia. Sencillamente violó la propiedad privada. Su insólito y delictivo proceder no recibió ninguna recriminación ni comentario del gobierno al que pertenece..Otro paso para caernos del mundo.

 
Una nueva desilusión?
El que no protege a sus mayores destruye su propio destinoNi la Constitución Nacional ni la ley han sido respetados por gobiernos más preocupados por éxitos de tipo electoral, que por proveer justicia y seguridad a quienes han cumplido con su deber y con la Patria. Llegar al fin de la vida laboral, provoca zozobra y desazón, es una época de cambio que necesita especial atención…
La pérdida de cierta cuota de ese “pequeño poder” que otorga la actividad y el comenzar a sentirse desplazado de la sociedad, constituirían dentro de lo psicológico, un cambio difícil de elaborar.
Pero esto podría ser posible de revertir con el tratamiento adecuado que ayudaría a encontrar un nuevo espacio dentro de la sociedad, con nuevos proyectos acordes con la experiencia acumulada..
En nuestro país hay una historia distinta, a contramano de la lógica, por lo que existe un problema mayor, porque el que no pudo, no supo o no fue acompañado por la suerte para prevenir el devenir económico con ahorros considerables, siempre y cuando no haya confiado en el sistema bancario argentino, el deterioro su calidad de vida habrá de ser notable y progresivo,
Para ello contará, sin duda, con el inapreciable auxilio del Estado, quien dispondrá de los fondos por él ahorrados para otros propósitos diferentes a la seguridad social, (antes hubiese sido considerado “malversación de fondos”, como ser la compra de combustible en el exterior o sencillamente brindarle cobertura económica subsidiada a sus “protegidos” con fines políticos.
Declarados “Solidarios por Ley” los jubilados prácticamente han perdido su status de ciudadanos ya que difícilmente logren justicia, que además si no es rápida no es justicia.
El ANSESS que debería funcionar como una compañía de seguros solo sirve de “depósito de personas”.
Hay que “retirar” gente del mercado laboral para dar oportunidad a los jóvenes.
Por otra parte no es necesario haber cumplido con la ley, el subsidio no provendrá de la solidaridad de casi 40.000.000 de habitantes sino de los jubilados que no encuentran la forma para que simplemente se cumpla con la ley y con los compromisos que argentina suscribió tal como en la Asamblea Mundial Sobre el Envejecimiento. 26 julio a 6 de agosto de 1982 VIENA, AUSTRIA. Y los sucesivos tratados internacionales
Ni la Constitución Nacional ni la ley han sido respetados por gobiernos más preocupados por éxitos de tipo electoral, que por proveer justicia y seguridad a quienes han cumplido con su deber y con la Patria.

 
Publicada 24/08/2006
Educación / Federico Johanse

La escuela se preocupa por transmitir contenidos pero no pone el foco en el desarrollo de habilidades de suma importancia, como el trabajo en equipo, la habilidad para resolver problemas reales o una comunicación interpersonal eficaz.

Muchos medios locales han comentado los resultados de una investigación realizada en los Estados Unidos de Norteamérica sobre cultura general, en la que se informa que, por ejemplo, son más los americanos que conocen el nombre de dos de los siete enanitos de Blanca Nieves que quienes pueden nombrar a dos miembros de la Suprema Corte, o que hay un mayor número que reconoce una foto de Harry Potter que aquellos que identifican la de Tony Blair. Que la cultura general es importante es un hecho: nos permite entablar relaciones con mayor número de personas, tener temas comunes de conversación, entender mejor la realidad sociopolítica que nos rodea y tener un esquema intelectual más amplio que, a su vez, nos permite aprender más y más rápido. Pero a un ingeniero de la NASA, un operador de Wall Street, un taxista de Nueva York o a un plomero de Chicago no le cambia en absoluto su trabajo saber o desconocer quién fue el duodécimo presidente de su país. Pero sí es importante para cualquiera no contar con algunas competencias básicas que hoy son exigidas en cualquier empleo, tales como tener iniciativa, capacidad de trabajo en equipo, habilidad para resolver problemas y una comunicación interpersonal eficaz o estar orientado a trabajar en función de procesos o resultados. Todos tenemos claro que en la escuela han puesto el énfasis en los miembros de la Suprema Corte, y no en los enanos de Blanca Nieves, o en Tony Blair más que en Harry Potter, pero ¿cuándo se han preocupado por que adquiriéramos las capacidades elementales que se citan en el párrafo anterior? Normalmente, en la escuela está mal visto tener iniciativa: mejor hacer las cosas como siempre se han hecho (y no me refiero exclusivamente a los alumnos, sino también a los docentes). En los trabajos escolares “en equipo” generalmente trabajan unos pocos, para que el equipo no obtenga una mala calificación. Así, los “vagos” reciben lo que no merecen: eso no tiene nada que ver con aprovechar las mejores capacidades de cada uno de los miembros de un equipo. Lamentablemente, este esquema también suele repetirse en el ámbito de la universidad. Pocas veces (o ninguna) nos plantean en la escuela problemas para resolver distintos de los que aparecen en los textos de matemáticas, física o química. Salvo raras excepciones, jamás nos enfrentan con problemas reales, que precisamente es la manera de aprender a resolverlos. Ya casi no se dan lecciones orales y en los escritos es importante el “contenido” y no la “forma”, con lo cual la “comunicación interpersonal” ya no es una prioridad. Tampoco parecen importar los procesos o resultados, sino “zafar”, es decir, pasar no importa cómo. Si pretendemos que nuestros jóvenes adquieran las competencias básicas que las empresas necesitan, tendremos que pensar más seriamente en “qué” y “cómo” enseñamos en el sistema educativo formal.

 
Publicada 24/08/2006
Política nacional / Carlos Mira
Dependencia y aislamiento

Los argentinos manifiestan una inclinación natural hacia aquellos factores que irremediablemente empujan un país hacia el fracaso: aislarse del resto del mundo y entregar todo el poder a la voluntad de una persona.

Si pudieran reducirse a sólo dos las razones modernas del atraso y la pobreza de los países, podríamos decir, sin temor a caer en exagerados márgenes de error, que ellas son la dependencia y el aislamiento. Con la primera de las palabras no hacemos referencia al significado que desde la década del 60 se le ha dado en América Latina desde que los cráneos de la CEPAL inventaron el engendro de la Teoría de los Términos de Intercambio. En este caso nos referimos a una dependencia social del mesianismo. La sociedad argentina se ha adaptado a la creencia de que los problemas se resuelven por la aparición de un Mesías clarividente que, interviniendo hasta en los más mínimos detalles de la vida cotidiana, pondrá fin a las penurias de millones. Esa creencia lleva a entregar incluso el funcionamiento institucional del país a las manos salvadoras de un hombre. Aparentemente, el artículo 123 de la Constitución provincial entrega una redacción confusa para el caso en el que encuadra Solá. Recordemos que el actual jefe del ejecutivo provincial completó –por renuncia del entonces gobernador Ruckauf– un período de gobierno en La Plata. Finalizado ese término, Solá se presentó como candidato a gobernador y ganó las elecciones. Ahora se presenta la duda acerca de si la Constitución permite o no la reelección según se considere el completamiento del término de Ruckauf como un primer período de Solá. Ésta es una cuestión esencialmente jurídica e institucional, y así debería ser resuelta. De hecho así se resuelven este tipo de dilemas en los países de avanzada. Sin embargo, en la Argentina, la dependencia social del Mesías de turno transforma la cuestión en un asunto político que todo el mundo asume que es natural que resuelva el presidente Kirchner. Hace unas semanas, por ejemplo, Clarín titulaba: “Solá aguarda un guiño de Kirchner para presentarse a la reelección”. Hace algunos días, La Nación dijo con total soltura: “La palabra definitiva será la de Kirchner”. No se trata aquí de criticar la voluntad de Solá de forzar una interpretación favorable a su reelección. De hecho, comparto la idea de que bien podría interpretarse que el actual gobernador tiene derecho a presentarse. Lo que decimos es que el país ha perdido la noción de la juridicidad y mansamente admite que cuestiones como éstas deben –y piensa que está bien que así sea– ser resueltas por el presidente. La dependencia temporal del poder de un hombre es el enemigo número uno de la perdurabilidad de las inversiones. D’Elia podrá organizar cientos de zafarranchos públicos, pero si la comunidad internacional está segura de que la Argentina es un país gobernado por la ley, confiará en ella y traerá sus dineros para multiplicar sus dividendos. Esos dineros serán los cimientos para salir de la miseria. Si, en cambio, el mundo recibe la imagen de un país dependiente de los humores de una persona, se abstendrá de arriesgar sus activos en una ruleta rusa de simpatías y antipatías aleatorias. Tampoco se convencerá de la conveniencia de llegar a un lugar en donde no se sabe qué ocurrirá cuando el Mesías no esté o cuando haya perdido su poder de encantamiento. La Argentina tiene experiencia en esta materia y cuesta entender cómo no saca provecho de los dolorosos episodios del pasado. En cuanto a la segunda razón para el atraso y la pobreza, esto es, el aislamiento, el país se ha empecinado en liderar una contra-ola mundial de crecimiento del comercio y del intercambio que está haciendo crecer al mundo a tasas superiores a la media histórica. Se me dirá: “la Argentina también crece”. Es cierto, pero gran parte de ese crecimiento es explicado por un fenómeno de recuperación del mercado interno con una capacidad instalada que volvió a funcionar luego del colapso del2001 y no por un crecimiento exponencial de las exportaciones y de la inversión en infraestructura. Mientras Chile tiene firmados tratados de libre comercio con EE.UU., México, Nueva Zelanda, China, Singapur, Brunei y se apresta a tener otros con Uruguay, Perú, Ecuador y Colombia, la Argentina se ha lanzado en una campaña “antiimperialista” de la mano de Chávez y de Evo Morales. En este contexto, la Argentina se aislará de tal modo que ni siquiera podrá vender cuando sea económicamente más competitiva, porque –al no tener acuerdos de libre comercio– sus productos quedarán rechazados frente a los provenientes de aquellos países que tienen alianzas firmadas entre sí. Con este nivel de aislamiento, el país se empobrecerá, verá envejecer su infraestructura y su nivel de vida decaerá aún más con impacto inicial y preferente en los que ya son pobres. Ignoramos las razones de esta fuerte inclinación consuetudinaria de la Argentina por los factores preferidos del atraso, pero desde hace décadas que nos persiguen sin descanso. Por estar aislados y entregar nuestra suerte a la voluntad de una persona no hemos mejorado ni nuestro nivel de vida, ni nos hemos mezclado con las naciones lideres de la Tierra, ¿no será hora de intentar otra cosa? © www.economiaparatodos.com.ar

 
Bandas que preocupan – Peligro e impunidad -
Con un gobierno que consiente los excesos de los activistas y piqueteros que cortan calles e invaden propiedades usando prerrogativas de funcionarios como Luis D'Elía, ¿cuánto podía faltar para que la violencia volviera a las calles? Ayer, integrantes de la agrupación de izquierda Quebracho, con palos y pasamontañas, salieron a romper una manifestación pacífica de ciudadanos de la comunidad judeo-argentina ante la Embajada de Irán por la actitud de ese país contra Israel. Como puede existir un grado tan alto de impunidad. Que hubiera pasado si se producía el choque violento que buscaron los enmascarados ¿Se podrá evitar la violencia en un futuro encuentro entre esos sectores si aprovechan estos «quebrachos» para alardear de que dominan la calle?.
Tomemos esto mínimo como una señal de peligro y suma gravedad hacia el futuro.

miércoles, agosto 23, 2006

 
Argentinos...
Circula por internet un comentario atribuido a un "filósofo español" que hace referencia a los argentinos.Más allá de que el origen sea incierto, las palabras suenan muy acertadas.

UN FILÓSOFO ESPAÑOL DIJOLos argentinos están entre vosotros, pero no son como vosotros.No intentéis conocerlos, porque su alma vive en el mundo impenetrablede la dualidad.
Los argentinos beben en una misma copa la alegría y la amargura. Hacen música de su llanto -el tango- y se ríen de la música de otro; toman en serio los chistes y de todo lo serio hacen bromas.Ellos mismos no se conocen. Creen en la interpretación de los sueños,en Freud y en el horóscopo chino, visitan al médico y también al curandero, todo al mismo tiempo. Tratan a Dios como "el flaco" y se mofan de los ritos religiosos, aunque los presidentes no se pierden unTedeum en la catedral. No renuncian a sus ilusiones ni aprenden de sus desilusiones. No discutáis con ellos jamás!!!!Los argentinos nacen con sabiduría inmanente!!!!Saben y opinan de todo!En una mesa de café y en programas de periodistas/políticos arreglan todo.Cuando los argentinos viajan, todo lo comparan con Buenos Aires. Hermanos, ellos son "el pueblo elegido"... por ellos mismos.Individualmente, se caracterizan por su simpatía y su inteligencia, en grupo son insoportables por su griterío y apasionamiento. Cada uno es un genio, y los genios no se llevan bien entre ellos; por eso es fácil reunir argentinos, unirlos imposible. Un argentino es capaz de lograr todo en el mundo, menos el aplauso de otros argentinos. No le habléis de lógica. La lógica implica razonamiento y mesura.Los argentinos son hiperbólicos y desmesurados, van de un extremo a otro con sus opiniones y sus acciones.Cuando discuten no dicen: No estoy de acuerdo, sino: Usted esta absolutamente equivocado!.Aman tanto la contradicción que llama "bárbara" a una mujer linda, aun erudito lo bautizan "bestia", a un mero futbolista "genio" y cuando manifiestan extrema amistad te califican de "boludo"; y si el afecto y confianza es mucho más grande, eres un Hijo de puta...Cuando alguien les pide un favor no dicen simplemente "si", sino "como no".Son el único pueblo del mundo que comienza sus frases con la palabra NO. Cuando alguien les agradece, dicen: "NO, de nada" o "NO" con una sonrisa. Los argentinos tienen dos problemas para cada solución. Pero intuyen las soluciones a todo problema. Cualquier argentino dirá que sabe como se debe pagar la deuda externa, enderezar los militares, aconsejar al resto de América latina, disminuir el hambre de África y enseñar economía en USA.Los argentinos tienen metáforas para referirse a lo común con palabras extrañas.Por ejemplo, a un aumento de sueldos le llaman "rebalanceo de ingresos", a un incremento de impuestos "modificación de la base imponible" y a una simple devaluación "una variación brusca del tipo de cambio". Un plan económico es siempre "un plan de ajuste" y a una operación financiera de especulación la denominan "bicicleta".Viven, como dijo Ortega y Gasset, una permanente disociación entre la imagen que tienen de sí mismos y la realidad. Tienen un altísimo número de psicólogos y psiquiatras y se ufanan de estar siempre altanto de la ultima terapia.Tienen un tremendo súper ego, pero no se lo mencionen porque se desestabilizan y entran en crisis. Tienen un espantoso temor al ridiculo, pero se describen a si mismo como liberados. Son prejuiciosos, pero creen ser amplios, generosos y tolerantes. Son racistas al punto de hablar de "negros de mierda "o" cabecitas negras".En síntesis:LOS ARGENTINOS SON ITALIANOS QUE HABLAN EN ESPAÑOL.PRETENDEN SUELDOS NORTEAMERICANOS,Y VIVIR COMO INGLESES.DICEN DISCURSOS FRANCESESY VOTAN COMO SENEGALESES.PIENSAN COMO ZURDOS Y VIVEN COMO BURGUESES.ALABAN EL EMPRENDIMIENTO CANADIENSE Y TIENEN UNA ORGANIZACIÓN BOLIVIANA.ADMIRAN EL ORDEN SUIZO Y PRACTICAN UN DESORDEN IRAQUI.Son un misterio!!

 
Nunca tan acertada como en estos momentos la filosofía de Enrique Santos Discépolo, en estas estrofas que conservan en la actualidad un reflejo vivo de la barbarie que nos toca vivir en este siglo XXI, donde la burla y el desprecio por los ciudadanos es política de estado.“Que falta de respeto, que atropello a la razón, cualquiera es un señor, cualquiera es un doctor”También expresó el autor en sus versos, una mezcla descabellada de individuos , en una sociedad compuesta por todo tipo de personajes, desde lo más bajo y decadente a los más prominentes héroes argentinos, que con una distorsión de valores y honor, manejó Discépolo en su clara descripción de la cultura autóctona.
Pero la realidad de nuestros tiempos deja más acentuada la crisis moral que se instaló en nuestro país, deformando sustancialmente los ejemplos de vida que siempre fueron orgullo de los argentinos, marcando una bastarda y lamentable superposición por parte de modelos que se corresponden auténticamente con la delincuencia de pensamiento.
Bárbaros, incultos y con marcados odios por la decencia, se presentan estas especies surtidas, pero ahora no cabe entre ellas ningún hombre ejemplar, solamente son alimañas que interactúan entre si.
El diablo los cría y ellos se juntan para delinquir, la bajeza en sus distintas versiones es el pluralismo que tanto se pregona desde el régimen, así es como los ciudadanos debemos soportar tales insultos a las instituciones, por parte de estas aberraciones de la naturaleza.
Tantas difamaciones colman la paciencia de las personas de bien, estos carenciados intelectuales mancillan desde la legislatura el estado de derecho Ello lleva, por consiguiente, a que el estado descuide su rol elemental, que es el de garantizar la vida, la integridad, la libertad y la propiedad de todos los habitantes, a la par que extrae recursos de la población para alimentar una maquinaria cada vez más pesada e ineficaz.Esta búsqueda por concentrar el poder en una sola mano, nos está desviando de los principios que hicieron a la Argentina una nación próspera y libre. Los miembros del Congreso están olvidando cuál es su papel fundamental, que es el control al Poder Ejecutivo, a tal punto que la senadora y esposa del primer magistrado señaló que el rol del parlamento es el de “acompañar” al presidente de la República. Este rumbo que se aparta del espíritu y la letra de la Constitución nos está llevando hacia un camino de mayor decadencia institucional, de debilitamiento al sistema de partidos y de la sociedad civil en su conjunto.Es preciso que las fuerzas de la oposición libre y republicana dejen de ceder terreno al unicato que se está vertebrando en torno al presidente, señalando con voz alta y clara cuáles son los principios fundamentales de la República, aun cuando se crea que en el corto plazo ello pueda significar la pérdida de algunos votos.

martes, agosto 22, 2006

 
MAS DE LO MISMO… ¡¡HASTA CUANDO!!
Las mangueras de Alberto “Rasputín” Fernández y Daniel Hadad apagaron el “Fuego Cruzado”
Domingo 20 de agosto. 23.00 hrs. Canal América 2. Aparece Alfredo Leuco de impecable traje para presentar el programa y justificar la ausencia de Marcelo Longobardi, quien el viernes anterior había sufrido una indisposición (baja en su presión arterial) que por indicación médica se le in dicaba reposo absoluto.
Hasta allí todo normal dentro de la especie humana. Hasta que Leuco con voz disimuladamente sufrida nos informa que “este es el último programa de “Fuego Cruzado” y pretende justificar -raro en él por su inteligencia- las razones de levantar el ciclo, al que dice no haber aceptado seguir conduciéndolo solo sin Marcelo, por razones de salud del también periodista matutino de AFER 710 (Alberto Fernández 710).
Tan pobre en su forzado alegato, Leuco -en difícil situación frente al público que todos los domingos crecía en audiencia frente a “Hora Clave”, conducido por Mariano Grondona en Canal 9, no logra convencer ni a sus descendientes de la causa de levantamiento de un programa exitoso.
Lógica hubiera sido la ausencia de Longobardi a 48 hrs. de una indisposición por “stress”, tal la causa invocada por Leuco, pero NUNCA que ese “stress” permanezca en el tiempo y motive callar las voces opositoras al régimen que allí concurrían.
En el mismo triste agosto que el canal de cable “Política y Economía”, el más visto en su especie por los programas con alto contenido opositor fuera levantado “in totum”, recibimos otra triste noticia: que “Fuego Cruzado” fue levantado porque Longobardi no podía soportar más las presiones del dueño de AFER 710 y decidió bajar la guardia para mantener su espacio -ahora menos creíble- en las mañanas de la radio de Uriarte y Nicaragua.
Lamentable. Especialmente para quienes creíamos que ellos aún formaban parte del periodismo independiente.
Fuente: NOTIAR

 
La burbuja informativa kakista está compuesta de peleas en la farándula para ver quién baila mejor en el programa del siempre oficialista Marcelo Tinelli, discursos del presidente, investigaciones sobre los cuernos de una modelo a su marido, insultos del presidente, coimas en el senado durante el gobierno de La Alianza, lecciones morales del presidente, implicación de alguna persona con gobiernos militares de esos que no hay más desde hace más de dos décadas, enojos del presidente, Menem o algún menemista no peronista y cualquier novedad en alguna causa de esas que siguen abiertas aunque no vayan a ningún lado, respuestas del presidente a los medios y cámaras ocultas sobre la vida privada de algún idiota que nunca haya conocido a nadie de la familia K.
Así es el K show que nos preparan los Albistur y Alberto Fernández. Televisión boba para bobos. Manipulación y ocultamiento de la realidad. Hicieron desaparecer durante meses los graves problemas de inseguridad. Muere gente pero los noticieros negocian por unos pesos, no pasar la informaión. Sin malas noticias en un país que está siendo destruido en su espíritu y su dignidad.
La Argentina desmiente las creencias más arraigadas: Se puede engañar a todos todo el tiempo.

Autor: José Benegas

 

Vos devalua que no pasa nada
Más sobre los alquileres y el acceso a la vivienda propia, una muestra más de los maravillosos efectos de la licuación del salario en la Argentina de la Felicidad:El fuerte aumento de los precios de los alquileres, y su impacto record en los salarios, ha sido una de las principales preocupaciones del gobierno nacional en las últimas semanas. A medida que se inicia la cuenta regresiva hacia las elecciones presidenciales 2007, resulta clave para el Ejecutivo evitar este impacto -dramáticamente negativo- en un alto espectro de votantes de clase media para los que el incremento del precio de sus alquileres representa una porción significativa de sus ingresos, con una ponderación sustancialmente mayor al peso de este rubro en el Indice de Precios al Consumidor (4,49%).En este contexto, se anunció un plan de créditos para la vivienda que busca convertir a los “inquilinos en propietarios”. Más allá de las eventuales buenas intenciones del programa, las críticas hacia el mismo se sustentan en la dramática distancia abierta entre los salarios y el valor de los inmuebles. Tras la salida de la convertibilidad, la caída brutal del salario real, que ha afectado más evidentemente el poder de compra en los bienes transables, también lo ha hecho ferozmente en el terreno inmobiliario.Según muestra un informe de la consultora Macroeconomía en base a datos de la UADE y SIJyP, mientras en la Ciudad de Buenos Aires, los precios de los departamentos nuevos se encuentran un 20% por encima de los precios de 1996, el salario en dólares cayó un 40%. Asimismo, mientras en 1996, el salario promedio en blanco en dólares era 1.219, en el 2006 es de apenas de 708. Por otra parte, mientras el precio por m2 de departamento nuevo era de U$S 1.018 en 1996 y diez años más sería de 1.259.El mismo informe señala que antes de la crisis 2001, el salario promedio la economía formal de la Ciudad de Buenos Aires permitía comprar más de 1 metro cuadrado, mientras que en el 2006, apenas permite adquirir la mitad (0,56 m2). Tengamos en cuenta que, tras la salida de la convertibilidad también la brecha entre salarios “blancos” y “negros” (más del 40% de la población) se agigantó, quedando estos últimos apenas por encima del nivel del 2001.Pero no se preocupen, que esta vez seguro que sale pipí cucú.

 
Cobrar y callar.Lo que entra en el bolso, querido amigo, no sale nunca más.A mojar la medialuna que se acaba el mundo. Y a hacerse, redituablemente, el Otario.
La cuestión que hoy, la Política parece haberse evaporado entre rituales de cometas y adoraciones de cajas.Agotada, la Política, entre los Delincuentes y los Delatores. Justo cuando más falta hace la Política. De manera que hay que liberarla con la acción de un Grupo Comando.Rescatarla. Hasta del aprovechamiento nocivo del oficialismo que cava, con el estímulo de la degradación ajena, su propia sepultura. Con tanta satisfacción y deleite mediático. Con la previsible complacencia oficialista. Con un gobierno que sale a proveerse de abundantes pontaquartos de ocasión.

Las nostalgias patéticas del "Chamamé del Soborno" adquieren, ahora, el tono crepuscular de una miniserie de aventuras.Porque "la pontaquartización de la sociedad argentina" también parece intensificarse.Sobre todo con la irrupción superadora de La Pontaquarta.La señora Sandra Montero. Con su fantástica revelación acerca de los billetes envasados al vacío.Bienvenida sea entonces la señora Sandra. El attache abierto, aparecido en el escritorio del senador Constanzo, proporciona la cuota de espectacularidad que le faltaba a la espantosa miniserie.“Si contás algo, te mato” tituló Clarín, en la primera plana del sábado.¿Cómo se organiza hoy, un Grupo Comando para rescatar a la Política?La historia de las coimas del senado debe entonces evocarse con algunas gotas de Reliverán. Con más nauseas que perplejidad.Se llevó puesto, la historia, un vicepresidente que se pretende, con audacia ilimitada, reivindicar. A lo sumo, por su incompetencia.Aunque Chacho Álvarez, tal vez, planificaba, llevarse puesto, al presidente.A un De la Rúa arrastrado, finalmente, por la realidad que se elaboraba.Por lo tanto, la conjunción de Delincuentes, Otarios y Delatores, logró acelerar las catástrofes coincidentes de los grandes partidos mayoritarios.La Unión Cívica Radical, por ejemplo, se transformó en una fragmentada ONG.Y el Partido Justicialista se entregó a las bondades de la inexistencia institucional.Para derivar en un conjunto de franquicias desestructuradas.
A esta altura nadie duda que se impuso, el mismo método que se había usado hasta ese momento para sacar aquella Ley Banelco., y que de una u otra manera se sigue usando.Aunque De la Rúa escriba soberbios libros para desmentirlo. Y asegure que está probado que los sobornos nunca existieron.Habrá que encontrar la manera de rescatar a la Política, que agoniza con ladrillos del dinero envasado al vacío.Para terminar, no se crea nunca, por favor, la conclusión que se impone con mayor facilidad.Que la corrupción es el principal flagelo de la Argentina.De ningún modo, porque el peor flagelo de la Argentina, el más horrible mal, lo representa el berretismo y la ordiñares y de la Ineptitud, de sus gobernantes.Ineptitud insustancial, querido. Hasta para robar.

 
La ausencia de un plan económico creíble en el largo plazo y la falta de seguridad jurídica conspiran en contra del desarrollo del mercado de capitales y, por lo tanto, de la posibilidad de que los bancos puedan ofrecer créditos hipotecarios a bajas tasas de interés.
De acuerdo a la información que brindaron los medios de comunicación, el presidente Néstor Kirchner dispone de una buena cantidad de propiedades inmuebles que, seguramente, tendrá alquiladas y le generarán una renta nada despreciable. Posiblemente, al conocer cómo se mueve el mercado de los alquileres, Kirchner advirtió que cualquier intervención en el mercado hubiese sido nefasta para los inquilinos y, por supuesto, para los propietarios. El dato relevante es que, si tiene propiedades en alquiler, Kirchner sabe perfectamente que cualquier control que se establezca en este mercado termina perjudicando, fundamentalmente, a los inquilinos. La buena nueva es que, al menos por ahora, el Gobierno decidió no regular este sector de la economía. Mientras tanto, la noticia para analizar es el anuncio de la flexibilización de los requisitos que deben cumplir los bancos para otorgar créditos hipotecarios. El Gobierno piensa que aumentando el porcentaje de financiación y haciendo más flexibles las exigencias a los potenciales compradores, el crédito hipotecario va a ser accesible a un amplio sector de la sociedad que hoy no tiene más remedio que alquilar una vivienda. La gran duda sobre la supuesta efectividad de las medidas anunciadas es si las cuotas por un crédito hipotecario pueden llegar a bajar lo suficiente, hasta ubicarse en niveles cercanos al valor actual de un alquiler. El primer tema a considerar es que el precio del metro cuadrado construido ha aumentado tanto que el monto a pedir prestado para comprar una vivienda, si es que el comprador quiere financiar el 90 o el 100% de la compra, determina que, de entrada, la cuota a pagar sea alta. Sin embargo, tal vez éste no sea el problema fundamental. El mayor obstáculo que le veo a la propuesta del Gobierno es el mecanismo de financiamiento. Actualmente, el 52% de los depósitos del sector privado en los bancos está en cuentas a la vista, es decir, en cuentas corrientes y cajas de ahorro. Esto significa que el 52% de los depósitos bancarios tiene vencimientos diarios. Si un banco tiene pasivos que le vencen todos los días y esos pasivos los presta a 20 años, tiene un mayúsculo descalce de plazos. El mecanismo que se inventó en el mercado financiero mundial para solucionar este problema es vender los créditos a cobrar para recuperar liquidez. Es decir, por ejemplo, un banco coloca créditos hipotecarios por $ 100 millones y luego los vende en el mercado, es decir que transfiere el crédito a un inversor de largo plazo. La pregunta es: ¿qué rentabilidad demandará el eventual comprador de estos créditos para tomar la cartera de préstamos hipotecarios? Esos créditos a vender tienen que competir con otras opciones de inversiones financieras a las que también puede acceder el eventual comprador de los créditos hipotecarios. De manera que si hay bonos que ofrecen un rendimiento mayor, el comprador optará por no comprar la cartera de créditos hipotecarios que le ofrece el banco. El otro tema es que, estando en la Argentina y recordando la pesificación, los créditos se otorgarán en pesos. Si los préstamos son en pesos, lo menos que pide un inversor es que la tasa de interés que se cobre por esos créditos hipotecarios sea superior a la tasa de inflación. Si actualmente la tasa de inflación, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC), está en el 12% anual, a pesar de los precios regulados, la tasa de interés anual tiene que superar ese incremento de la inflación, salvo que la gente tenga expectativas de que la inflación irá disminuyendo con el tiempo. Como todos sabemos que el IPC está comprimido artificialmente mediante los “acuerdos” firmados por el Gobierno, pocos son los que esperan una tasa de inflación descendente. En consecuencia, luce bastante difícil que los bancos puedan llegar a colocar créditos hipotecarios a tasas fijas menores al 13% anual. Este nivel de tasa de interés hará inviable una reducción significativa de las cuotas a pagar por un crédito hipotecario. Otra alternativa es que los bancos cobren tasas más bajas pero variables, es decir, si la tasa de interés baja, la cuota baja y viceversa. En este caso, la pregunta a formularse es: ¿quién se animará a pedir un préstamo hipotecario a tasa variable asumiendo el riesgo de un aumento en la tasa que haga imposible pagar la cuota en el futuro? La posibilidad de otorgar créditos hipotecarios que tengan cuotas pagables dependerá, fundamentalmente, de la tasa de interés que reclame el mercado. Y en este punto no son los bancos los que pueden definir la tasa de interés a cobrar por estos préstamos, dado que ellos venderán la cartera de créditos en algún momento. En consecuencia, serán los inversores (la gente que tiene ahorros) los que establecerán la tasa mínima de interés que se puede cobrar por un préstamo hipotecario. Si los inversores tienen expectativas inflacionarias altas o temores por la seguridad jurídica que impera en la Argentina, exigirán una tasa de interés lo suficientemente alta como para cubrir ambos riesgos. Si los inversores creen que tanto el riesgo inflacionario como el institucional son bajos, exigirán un rendimiento menor. Considerando los escasos fondos que hoy en día están colocados a plazo fijo, es fácil advertir que la gente no apuesta sus ahorros al largo plazo en la Argentina. Digamos que existen serias dudas sobre la tasa de inflación futura y los derechos de propiedad. De manera que es fácil darse cuenta de que conseguir ahorros para financiar créditos hipotecarios a largo plazo y a tasas bajas luce bastante poco probable. Dicho de otra manera: no creo que las tasas de interés que exigirá el ahorrista o inversor permitan bajar el monto de las cuotas hasta niveles cercanos a lo que hoy se pagan por un alquiler. En síntesis, hay dos buenas noticias a remarcar. La primera es que el Gobierno se dio cuenta de que regulando el mercado de alquileres complicaba más la situación de lo que actualmente está. En segundo lugar, es bueno que el Gobierno flexibilice las normas crediticias y deje al sector privado evaluar los riesgos crediticios. La mala noticia es que el resto de la política económica no acompaña el desarrollo del mercado de capitales por ausencia de seguridad jurídica y de un plan económico creíble en el largo plazo. Por lo tanto, la abundancia de créditos hipotecarios baratos luce más como una expresión de deseos que como algo probable, al menos en el corto plazo.

lunes, agosto 21, 2006

 
Los fallos de la Corte Suprema exponen las fallas del Poder Ejecutivo.
Ricardo Roa, editor general adjunto de Clarín, en un artículo en el cual reconoce el atraso que sufren las jubilaciones mayores a 1000 pesos, al mismo tiempo critica a la Corte diciendo que realiza acciones que corresponden al Poder Ejecutivo.En realidad el fallo judicial no hace sino ordenar al Gobierno a que cumpla con la Constitución Nacional, ya que considera que no lo ha hecho al emitir los decretos de aumento de jubilaciones que discriminan contra una parte de ellos al excluirlos de los aumentos otorgados al resto.El mismo Roa sigue en la crítica al alto tribunal en sus fallos sobre otros temas, como en el caso del Riachuelo. El tema de la contaminación fue llevado por la Argentina a una Corte internacional, por lo cual no podría negar que nuestro tribunal supremo se pronuncie sobre la contaminación del Riachuelo.La Constitución, que debe cuidar la Corte Suprema, establece que el Estado debe proteger el medio ambiente. Los demandantes en el caso en cuestión, son vecinos que temen por su salud. Es para celebrar que algún poder de ese Estado los haya escuchado. Y no como dice el Sr. Roa, para sustituir al Poder Ejecutivo en su facultad de administrar, sino para asegurarse de que lo haga.La Corte ordenó que los gobiernos involucrados presentaran un plan para sanear la cuenca Matanza-Riachuelo. Sabia decisión, porque no es posible hacerlo sin colaboración y el compromiso de la Nación, la Ciudad y la Provincia. Y es lo menos que se les puede pedir a quienes deben proteger las aguas en cuyas márgenes vive una gran cantidad de habitantes, y que desembocan en el Río de la Plata, del cual se obtiene el agua para potabilizar. La pregunta del editor parece un desafío: “¿Qué hará si no la obedecen?”. Lo único que falta es que no se pronuncie por temor a que no la obedezcan. Aquéllos que no lo hagan serán los que estén faltando a la ley suprema de la Nación, y no la Justicia. Sepamos nosotros, como ciudadanos, apreciar esas actitudes en su justo término.

domingo, agosto 20, 2006

 
Fotos brillantes, películas borrosas




La foto de la economía argentina es el sueño de todo político. Crecen el consumo interno y el nivel de actividad y, con ellos, la recaudación impositiva, reforzada -por medio de las retenciones- con los altos precios del petróleo y la soja, los rubros que el país más exporta. Esto le permite al Gobierno disponer de fondos adicionales para aumentar el gasto y la inversión pública, lo cual estimula la demanda interna. Y si alguien tuviera pesadillas con una eventual crisis del sector externo, también sobran dólares por el alto superávit comercial y aumentan las reservas. Es cierto que los beneficios de esta recuperación económica a tasas chinas, que ya lleva cuatro años, no llegan al tercio más vulnerable de la población, y que la inflación de dos dígitos (11% anual) genera un ruido permanente, agudizado por las fuertes distorsiones de precios relativos, controles e intervenciones estatales. También es cierto que esta situación, junto con la incertidumbre energética, frena muchos proyectos de inversión en gran escala. Si hubiera que atenerse al dudoso diagnóstico oficial, todos estos problemas deberían ir corrigiéndose con el simple paso del tiempo; aunque la realidad indique que sobra política de corto alcance y faltan políticas de mediano y largo plazo. La película, por eso, aparece más borrosa. Si muchas cosas se mantienen como están, algunos logros podrían debilitarse y algunos problemas, agudizarse. Seguramente no este año ni tal vez el próximo, porque, salvo en el caso de la energía, ninguna situación es crítica. Pero han comenzado a encenderse ciertas luces amarillas. Por primera vez en cinco años, el proyecto de presupuesto 2007 llegará al Congreso con una pauta de crecimiento del PBI más alta que en ejercicios anteriores: en lugar del 4% incluiría un 5%. No se trata de un mayor realismo, sino de admitir implícitamente que el mayor nivel de gasto público impedirá mantener el superávit primario con relación al PBI tan alto como en ejercicios anteriores. En esta materia, conviene recordarlo, el Gobierno vino aplicando una exitosa táctica inaugurada por el ex ministro Roberto Lavagna, quien difícilmente vaya a recibir ahora un reconocimiento por ello en su nuevo rol de rival político. A diferencia de sus antecesores, que sobrestimaban el aumento del PBI y de la recaudación impositiva, y ajustaban hacia abajo el gasto si esos supuestos no se cumplían, Lavagna invirtió los términos. Calculaba por debajo (4%) y, como el crecimiento económico resultaba muy superior (9% anual), generaba un excedente de recaudación que permitía aumentar discrecionalmente el gasto público a través de decretos de necesidad y urgencia sin pasar por el Congreso. Ahora ese margen discrecional quedará más acotado, justo cuando la expansión del PBI tenderá a desacelerarse alrededor de un punto este año y quizás algo más el próximo, en relación con el récord de 2005. Más allá de aquella picardía contable, lo concreto es que el gasto viene aumentando por encima de lo mucho que sube la recaudación, aun cuando en los últimos dos meses el Gobierno haya tratado de levantar el pie del acelerador demorando pagos a proveedores y contratistas. El superávit primario de 2006 será un punto de PBI inferior al de 2005 (4,5% de PBI), si bien este deterioro es atribuible principalmente a las provincias, comenzando por la de Buenos Aires. No es un secreto ya que la administración bonaerense cerraría este año con un déficit cercano a 1000 millones de pesos (que busca cubrir con nuevo endeudamiento) y que debió negociar con los bingos un aporte adelantado de 400 millones, a cambio de una extensión de los permisos para explotar el juego. Tampoco se necesita mucha suspicacia para advertir que en algún momento los problemas fiscales de este y otros distritos clave para las elecciones de 2007 terminarán repercutiendo en las cuentas nacionales. Aunque el debilitamiento del robusto superávit primario por ahora no estropea la foto del conjunto fiscal y tampoco pone en riesgo este reaseguro de la política económica, la tendencia abre interrogantes. El economista Miguel Bein calcula que si el Gobierno hubiera establecido una regla por la cual el gasto aumente tres puntos menos de lo que crece la recaudación impositiva, para 2011 la deuda pública bajaría a 29% del PBI desde su actual nivel de 65% y el problema quedaría definitivamente resuelto. Sin embargo, esto no es más que un ejercicio teórico. En la práctica, el Gobierno no sólo gasta cada peso adicional que recauda. También compromete, con subsidios y obras públicas, el gasto de futuros ejercicios como si el aumento de los ingresos fuera infinito y los derechos de exportación, eternos. Tal vez tenga razón si el actual ciclo de alto crecimiento mundial se mantiene, junto con la demanda y los precios de las materias primas que coloca la Argentina. Un dato a favor es que la producción agrícola equivale a dos toneladas por habitante, frente a un promedio de 1,2 en el período 1985/1996. El dato en contra es que siguen bajando las reservas y los excedentes exportables de hidrocarburos, mientras crece la importación de gas y de combustibles pesados sustitutos y se prevé que para 2008 la Argentina deba volver a importar petróleo crudo. Las distorsiones en los precios de la energía también tienen su costo fiscal a través de los subsidios. A grandes rasgos, se estima que en 2006 existe un piso de 4300 millones de pesos, de los cuales 3900 millones corresponden a energía, combustibles y transporte. Dentro de este último rubro, más de 1400 millones se destinan a cubrir gastos de los ferrocarriles urbanos para mantener congeladas las tarifas y a subsidiar el gasoil para el transporte automotor. El cálculo no incluye los nuevos subsidios anunciados para las tarifas aéreas, ni los que habrán de sumarse en el futuro, por ejemplo, si se construye el tren de alta velocidad Buenos Aires-Rosario. Tampoco es posible estimar el impacto fiscal de grandes obras energéticas (centrales de ciclo combinado, terminación de Atucha II y ampliación de Yacyretá), ya que se desconoce qué proporción se cubrirá con los futuros cargos tarifarios. En cambio, el Gobierno ya habría decidido alivianar el impacto que tendrá la futura ley que, a instancias de la Corte Suprema, reimplantará a partir de 2007 la movilidad de los haberes jubilatorios. En principio, no se incluiría la deuda retroactiva (que podría superar los 20.000 millones) y los ajustes se establecerían anualmente en función del incremento de los ingresos del sistema previsional. Tal vez parezca poco, en función de la expectativa que se creó sobre el tema. Lo mismo ocurrió con los créditos para vivienda, donde hubo más ruido que nueces, ya que se facilita el acceso, pero no se abarata el costo al no subsidiarse las tasas. Al fin y al cabo, Kirchner no desconoce la paradoja del próximo año electoral: si se le va la mano con los gastos y subsidios para garantizarse el resultado político, será él mismo quien deba correr con los costos económicos. Por Néstor O. Scibona

 
La vigencia de la democracia depende de una condición que casi siempre se cumple: que la mayoría prefiera candidatos democráticos. Se supone que, siendo la democracia el gobierno de la mayoría, la mayoría la apoya. ¿Qué pasa, sin embargo, cuando la mayoría no la apoya? El voto mayoritario por un partido antidemocrático pone a los creyentes en la democracia ante un enigma al parecer insoluble. Si proscriben al partido antidemocrático, niegan la democracia porque prescinden del principio mayoritario. Pero si no proscriben al partido antidemocrático, éste, una vez en el poder, devora a la democracia. El enigma del voto mayoritario antidemocrático es muy difícil de resolver.

 
¿Se propone Kirchner cambiar la Constitución?




(JoaquínMoralesSolá)
Es probable que la Iglesia haya iniciado una batalla por la Constitución nacional. El duro enfrentamiento entre el obispo Joaquín Piña y el gobernador Carlos Rovira, en Misiones, no podría explicarse sólo como un conflicto por la reforma de la Constitución de esa provincia. La Iglesia pondera que se trata sólo de un mensaje institucional. Sin embargo, la pregunta más importante se refiere a si es un mensaje o una advertencia. ¿Sospechan acaso los obispos que Kirchner podría intentar una reforma de la Constitución luego de una eventual gran victoria en las presidenciales del próximo año? Piña es un jesuita que pertenece al sector mayoritariamente centrista de los obispos argentinos; siempre respetó la estructura vertical de la Iglesia. El líder más importante de la Iglesia, el cardenal Jorge Bergoglio, otro jesuita, bendijo la decisión de Piña de frenar la reforma constitucional de Misiones, que apunta a asegurar la reelección del gobernador. Adelante, le respondió, cuando Piña le contó su proyecto. ¿Decidió la Iglesia meterse en el fárrago de la política? Lo de Piña no es una oposición política ni partidaria; es una posición en defensa de las instituciones. No vean más allá, precisaron muy cerca de Bergoglio. Piña es candidato a convencional constituyente en nombre de la oposición, que quiere impedir que el gobernador Rovira, un aliado incondicional de Kirchner, consiga la reelección en Misiones. Piña nunca hubiera sido candidato político para un cargo ejecutivo o legislativo, no al menos con la aprobación de la jerarquía religiosa. Pero la Iglesia participó de todas las convenciones de la Nación desde la construcción de la Argentina: en la Junta de Mayo de 1810, en el Congreso de Tucumán de 1816, en la Asamblea Constituyente de 1853 y hasta fue veedora de la Constituyente de 1994 que reformó la Carta de 1853. Bergoglio suele decir que la argentinidad está esencialmente inscripta en su historia, en sus instituciones y en su Constitución. Y esas instituciones están en riesgo -subrayan los obispos- no sólo por la ofensiva sin tregua del oficialismo, sino también por la ausencia de una oposición eficaz. El diagnóstico no carece de veracidad. Tómenlo como un mensaje en defensa de las instituciones , se escuchó decir muy cerca de Bergoglio. El rol de la Iglesia ¿Existe información veraz sobre un proyecto de reforma de la Constitución nacional? Bergoglio es un cardenal bien informado. Nunca ha conversado a solas con Kirchner, pero no son pocos los funcionarios que frecuentan su confesionario.

 
Gracias en gran medida al boom económico mundial, pero también a la competitividad extraordinaria del campo y a Dualde que, tal vez sin proponérselo lo ayudó llevando a cabo un ajuste tan feroz que por mucho tiempo no sería necesario otro, el cortoplacismo conservador de kirchner aún no ha tenido los efectos malignos que se previeron, pero tal y como están las cosas sorprendería que el país no pagara un precio muy elevado por falta de una política energética, la negativa a reconciliarse con los grandes inversores, la actitud hostil frente a los agricultores, la inseguridad jurídica, la putrefacción institucional y encima la amistad con aquel amigo intimo de todos los dictadores del planeta, H Chavez.
Kirchner es un aislacionista que nunca va ha ser recordado como alguien que preparó el país para hacer frente a los desafíos enormes que, agazapados, nos aguardan en próximas décadas.

viernes, agosto 18, 2006

 
Hace tiempo que en Argentina no vivimos en democracia. Al menos si, recordando la vieja definición, entendemos a la democracia como el "gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo". Reiteradas veces sostuve que "el pueblo" no existe, que es una entelequia creada por los tiranos de cada época para justificar sus ansias de poder. Lo que existe son los individuos, y el "pueblo" no es otra cosa que el conjunto de individuos que habita un determinado espacio geográfico, por lo que habría modificar la definición de democracia como "el gobierno de los individuos, por los individuos y para los individuos". Hecha la aclaración, podemos simplificar sosteniendo que la democracia es aquel sistema donde los individuos tienen un máximo de autogobierno, un máximo de libertad y un mínimo de intervención del Estado en sus vidas. Una nota definitoria de este sistema es que las decisiones colectivas que ineludiblemente hay que tomar en toda comunidad sean adoptadas por representantes de los individuos, libremente elegidos en elecciones. Es decir, en la democracia los "representantes del pueblo" son meros mandatarios de los electores, que deben seguir sus instrucciones. Un sistema donde los representantes usurpan el poder de los representados y lo utilizan a su antojo, mediante "superpoderes" o "decretos de necesidad y urgencia", donde se dictan leyes contrarias a los derechos y la libertad de los individuos, ciertamente no puede ser denominado democracia. Así estamos en Argentina desde hace un buen tiempo. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Nadie regala lo que le pertenece alegremente para que otros lo utilicen sin ningún control. Sólo una sociedad compuesta de individuos que no saben que es propio y que es ajeno puede consentir la usurpación del poder público por una casta de tiranos. Argentina alguna vez fue un país próspero, con individuos que sabían cuales eran sus derechos, aunque más no sea instintivamente. Sabían que el destino estaba en sus propias manos, y así levantaron ciudades y caminos, industrias y monumentos, sin otra herramienta que el sudor de la frente, sin otro capital que la libertad y el trabajo. Pero pronto empezaron a aparecer escritores y políticos dispuestos a hacer olvidar a los ciudadanos donde estaba el poder, donde residía la fuerza que promueve el progreso. Primero, cuando empezaron a surgir algunas dificultades propias de toda sociedad dinámica y en crecimiento, ellos procuraron poner las culpas en factores externos: los extranjeros, el comunismo, el sionismo, el capitalismo internacional, el imperialismo y una larga lista de etcéteras. Una vez que lograron convencer a los argentinos de que no eran responsables de su propia desgracia, una vez que lograron que se pierda toda noción de responsabilidad, se empezó con la tarea de destruir los cimientos de la dignidad individual. Se comenzó a enseñar que la riqueza no es fruto del esfuerzo, sino del despojo del prójimo. Se ejemplificó despojando a unos y repartiendo a otros, y se mostró al humilde que todo lo que tenía se lo debía al líder que llevaba a cabo el latrocinio. Pronto se forjó una sociedad de individuos sin autoestima, que creen que nada valen, que nada pueden hacer de sus vidas por si mismos, pero que tampoco son responsables de sus desgracias. Una sociedad de mansos corderos que esperan un pastor que guíe el rebaño. El fácil ver la verdad de este aserto. El argentino nunca se siente responsable de nada. Si una junta militar se convierte en amo y señor de la república y asesina a miles de compatriotas, debió haber llegado en un plato volador. Si la pobreza se multiplica en cada rincón del país, la maldad de alguna potencia extranjera debe de tener la culpa. Incluso si la selección argentina pierde un partido de fútbol, la culpa ha de ser del árbitro o de una conspiración de la FIFA. El argentino es bueno e indolente por naturaleza, y jamás tiene la culpa de nada. Pero así como el argentino no tiene culpas, tampoco tiene méritos. Es mero títere del destino, humilde servidor de una voluntad superior. En Argentina los grandes logros jamás se atribuyen al esfuerzo de las personas, sino a la gracia de los gobiernos. Si se multiplican las industrias y el empleo, ello no se vincula al esfuerzo de miles de emprendedores, sino a la visión prodigiosa del estadista. Así estamos, hemos perdido toda noción de responsabilidad y toda noción de dignidad. No nos creemos capaces de tomar decisiones por nuestra propia cuenta. Respiraríamos satisfechos si papá gobierno nos dijera a la mañana si peinarnos con la raya al medio, o nos avisara cuándo sacar los fideos del fuego. Lo consideraríamos propio de un gobierno preocupado por el "bienestar general" y no un acto despótico de intromisión en la vida de los individuos. En este estado de resignación y complacencia generalizadas, con esta falta de conciencia del propio derecho y desconsideración por la propia libertad, con esta absoluta falta de amor propio, no es extraño que los argentinos miremos para otro lado cuando un par de iluminados nos mienten descaradamente robándonos lo que es nuestro y diciéndonos que lo hacen en nuestro propio beneficio.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?