martes, octubre 07, 2014
Cristina y La Cámpora apuestan al plan "Reloj de
arena"
para conservar el poder
LPOEn que consiste la última invención del laboratorio
político kirchnerista.
"Esto va a ser como un reloj de arena”, repiten en La Cámpora, para
describir el escenario electoral que esperan para 2015. La idea, según la
imagen que divulgan desde la agrupación de Máximo Kirchner, es entonces
habilitar la competencia de candidatos presidenciales y locales, pero
monopolizar las listas legislativas de todo el país.
De esta manera, en todas las provincias el Frente para la Victoria se
ensancha arriba y abajo y por el medio pasa una línea delgada con los nombres
que Máximo y Cristina digiten para las listas de legisladores de cada rincón de
Argentina.
La jugada nacería en las primarias, con candidatos locales y nacionales
dirimiéndose el poder con camporistas en el medio sumando votos de los dos
lados. Sería el reloj de arena perfecto.
“Hay que esperar nombres que ni siquiera conocemos. Las listas van a ser
peor que en 2011”, confiesan los pocos que cruzan alguna charla con Andrés
“Cuervo” Larroque y Eduardo “Wado” De Pedro, los elegidos de Máximo Kirchner
para delinear su estrategia, basada siempre en imponer nombres a gusto con la
venia de su mamá.
Aquel año Cristina ubicó a último momento a los amigos de su hijo y, sólo
en algunos casos, Larroque tuvo la deferencia de viajar a las provincias para
avisar a goberadores y demás dirigentes locales lo que se venía. Fue el
comienzo de la nueva era.
Aunque no puede ser candidata en el 2015, Cristina se aseguró meses atrás
los apoderados en el PJ nacional y el de la provincia de Buenos Aires, un
resorte clave que le permitirá pasar el filtro a las candidaturas.
Daniel Scioli, hasta ahora el candidato presidencial que más votos le
ofrece, advirtió esta jugada hace meses y avisó que sólo aceptará no presentar
lista propia de legisladores nacionales en las primarias, si no le ponen
rivales. Sin embargo, sin el control de los apoderados sólo podría plantarse
con una rebelión conjunta de intendentes y gobernadores, que ponga en crisis
todo el diseño camporista.
En las provincias, cada gobernador o candidato a serlo que se mantenga en
el oficialismo deberá diseñar su defensa si pretende colar algún legislador
propio, un capital valioso en el Congreso durante el próximo Gobierno, que
difícilmente asuma con mayoría propia.
Con Zannini en el PJ nacional, Cristina puede presionarlos y tensar la
cuerda hasta el final. De eso se trata, la estrategia del reloj de arena, que
se combina con la certeza que la Presidente y sus camporistas juegan a una
derrota a nivel presidencial del peronismo a manos de Mauricio Macri.
La idea es entonces formar un núcleo duro de oposición parlamentaria y
desde ahí comenzar la larga marcha para regresar al poder en el 2019.