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Inédito: El kirchnerismo desarrolla una máquina de la felicidad (para algunos)
Los Kirchner no solamente han perdido su suerte. También han extraviado el rumbo. Entonces, su 'shock de confianza' no consigue los objetivos buscados. Se analizó la coyuntura y llegamos a varias conclusiones. Una de ellas es que ni el plan de obras públicas ni el de blanqueo de capitales, podrán recuperar la credibilidad perdida.
En medio de cortes de luz, calor sofocante, falta de agua y con un gobierno que prefiere ignorar los infortunios de los porteños, la semana ocultó una serie de anuncios y cambios de estilo del gobierno que forman parte de una realidad que la Casa Rosada ha intentado ocultar desde hace meses: la crisis internacional tendrá un fuerte impacto en la Argentina y las elecciones del año que viene pueden ser un golpe para Néstor y Cristina Kirchner.
Sin duda fue una semana de desilusiones: la Unión Industrial Argentina esperaba que la Presidente de la Nación anunciara un dólar a $4; en vez de ello, Cristina lanzó un supuesto 'shock de confianza' similar al que recomendaba Álvaro Alsogaray. (Aunque el ingeniero lo hubiese imaginado en forma más creativa, más allá de las polémicas transversales acerca del liberalismo criollo).
Los gremios esperaban que se prohibieran los despidos y suspensiones, pero no tuvieron novedades. Por su parte, el encuentro con el cardenal Jorge Bergoglio fue una rotunda derrota de los miembros anti-Iglesia que acompañan a los Kirchner. (Horacio Verbitsky, por ejemplo).
Desatando
La decisión del gobierno de lanzar un plan de medidas contra la crisis no sólo implica que en la Quinta de Olivos se dieron cuenta que hay crisis en la Argentina, sino también, que las necesidades de fondos son i-na-go-ta-bles en el Mundo K, pese a que el Jefe de Gabinete, Sergio Massa, sostenga lo contrario. (¿Podrá Massa frenar el embate de Florencio Randazzo? El ministro del Interior parece tener una delantera como la de Tigre y el jefe de Gabinete de la Nación, una defensa como la de Fénix...)
Pero “como en boca de un mentiroso, todo sale dudoso”, el anuncio de blanqueo de capitales fue leído por juristas, economistas, banqueros y la oposición como un gigantesco proceso de lavado de dinero para los amigos del poder, limpiador de causas judiciales incómodas para el gobierno y que, en el mejor de los casos, inyectará algo de inversión a una sector productivo que necesita dinero como si fuera agua en el desierto.
Más allá de las acusaciones que ha recibido la Operación Repatriación de Capitales, pareció una locura lo que dijo algún vocero autorizado del Gobierno acerca de que la Casa Rosada esperaba que volvieran US$120.000 millones. Luego bajaron la cifra a US$50.000 millones, luego a US$20.000 millones y terminaron por confesar que su horizonte pasa por escasos US$6.000 millones.
Ahora ¿quién traerá US$1 a la Argentina? Por favor, identifique al voluntarioso.
El Gobierno no genera confianza, prevalece la inseguridad jurídica y nada evitaría que los interesados –en algunos meses- sean investigados por haber exportado dinero en negro desde la Argentina.
Para la ideología (?) del (ladri) progresismo gobernante (al menos en forma coyuntural), quién tiene US$1 millón en negro en el exterior puede tener US$1.000 millones. Si manotearon $100.000 millones de las AFJP, ¿porqué no perseguirán en 2010 a quienes blanqueen capitales que necesiten en la elección de 2011?
Más allá de que la medida permite que se evaporen unas 100 ó 150 causas judiciales por delitos de corrupción y que parece tener nombre y apellido de amigos del poder la repatriación de capitales, del plan anunciado esta semana queda una gran duda: ¿cómo se financiarán los $71.000 millones de obras públicas que piensa realizar la Casa Rosada en un año electoral?
Inconsistencias
Hasta ahora, no hay explicaciones.
Si se declaran US$10.000 millones por el blanqueo de capitales, en el mejor de los casos, al gobierno le quedarán $3.500 millones.
El Presupuesto 2009 cuenta con más de $30.000 millones para el Ministerio de Infraestructura. Si sumamos $20.000 millones de las AFJP, todavía nos faltan $17.500 millones. ¿De dónde saldrán?
Es interesante, pero el gobierno es un conjunto de burócratas bien entrenados: ponen por delante la lista de obras, los sueños, los deseos, después ven de dónde sacarán la plata y, en el fondo, siempre la sacan de nuestros bolsillos.
Por eso, en 2 meses, se anunciaron 2 aumentos de gas y 1 de luz, por lo cual, Julio De Vido reducirá subsidios por casi $2.600 millones que podrá destinar a hacer obras para intendentes aliados.
En el único lugar donde el anuncio del blanqueo de capitales fue festejado fue en el mercado bursátil y financiero.
Sin embargo, las cotizaciones se mostraron planchadas.
Se necesitó de que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno (cada vez más Lassie), levantara la presión sobre el mercado cambiario para que dólar subiera.
Se tuvo que anunciar un supuesto Plan B Financiero para sacar de su depresión a los operadores.
Pero los precios de los bonos comenzaron a subir cuando el gobierno confirmó que en 10 días pagará los US$1.420 millones de intereses de los cupones de bonos actualizados por PBI.
Sin embargo, desde el punto de vista cambiario y financiero hay poco para festejar.
El control cambiario se mantiene, las tasas siguen altas, el crédito no aparece y el Banco Central continúa dando señales de que es controlado desde la Quinta de Olivos.
Con ese clima ¿quién traería un dólar del exterior?
La decisión de lanzar el 'shock de confianza' nació luego de que el ministro de Economía, Carlos Fernández, logró convencer al matrimonio Kirchner de que la economía en 2009 crecerá menos.
Y fue un anuncio justo a tiempo, esta semana se confirmó que la industria se encamina a una recesión, que la construcción está destruyendo puestos de trabajo por tercera vez en el año y que, por primera vez en seis, el monto de exportaciones será menor.
No se necesita saber que la siderúrgica brasileña Gerdau suspende una inversión en la Argentina por US$500 millones para saber que las cosas están mal.
Sólo basta escuchar las súplicas de un plan de ayuda de las automotrices y los planes de financiación lanzados por las concesionarias de autos para entender que uno de los pilares del crecimiento de los últimos tres años está herido de gravedad.
Para peor, el poder adquisitivo de las familias se reduce con los aumento de gas y luz anunciados y las menores exportaciones a Brasil pueden tener un costo cercano a US$3.300 millones de exportación y de miles de personas con problemas de empleos. Todo eso implica consumo en baja, otro de los pilares del modelo K.
El campo, que fue el gran motor de tracción que nos sacó de la depresión de 2002, también trata de recuperarse del daño causado por el gobierno. Si el sector en los Estados Unidos espera su peor año en 25 temporadas ¿qué se puede esperar en la Argentina?
Este año no habrá ganancias para los productores de trigo y caerán 60% los rendimientos de la soja; el transporte de granos cayó 40% en un año y la caída del precio de la carne en Liniers es constante, aunque no se traslade a las carnicerías.
Las entidades que integran la Mesa de Enlace pasan por momentos de ajuste luego del enfrentamiento con el gobierno.
Por un lado, la Federación Agraria Argentina quiere mostrar un perfil más combativo, mientras que SanCor acaba de dejar Coninagro.
Con el fin de mostrar que existen, volvieron a reunirse con el vicepresidente Julio Cleto Cobos.
Sin embargo, la sorpresa fue que los invitaran a la jura de Debora Giorgi como nueva ministra de la Producción.
La decisión de la Casa Rosada de romper el bloqueo tendido al sector agropecuario se tomó tras la comprensión de que el sector es clave para sacar del letargo a muchas economías regionales, en especial, si se quiere que algunos aliados provinciales vuelvan a ganar elecciones.
Así, la presión política y el dolor de la crisis motivaron el cambio de posición del matrimonio Kirchner, no la conciencia de haberse equivocado con la 125.
Sin duda, la decisión de tender una mano del campo se tomó al mismo tiempo y con las mismas presiones por las cuales se resolvió realizar el encuentro con el cardenal Jorge Bergoglio.
Las 2 reuniones fueron protocolares, pero son muestras de la debilidad del gobierno kirchnerista.
Según Poliarquía, Cristina de Kirchner tiene sólo 18% de imagen positiva y otros trabajos confirman que Néstor Kirchner no puede pasar de 28% de imagen positiva.
Con esos valores no se pueden ganar elecciones, y por eso se puso en marcha un acercamiento acelerado hacia las provincias.
El 1er. dato fue el encuentro con el ex rebelde Arturo Colombi, gobernador de Corrientes; luego fue la amable charla con Jorge Busti, de Entre Ríos; y el apoyo a regañadientes que le dieron a Gerardo Zamora en Santiago del Estero.
Pero la prueba final de que los Kirchner están tratando de recomponer su relación con el interior es el dinero girado a las provincias. Según la consultora Economía & Regiones, después de que el gobierno ha sido egoísta en el envío de partidas, las transferencias discrecionales a provincias subieron en octubre 36,7%, pasando de $1.379 millones en 2007 a $1.886 millones en 2008.
Es el 2do. mes consecutivo que el gobierno aumenta su envío de dinero al interior, pero el acumulado anual apenas es 10% mayor que en igual plazo del año pasado pese a una inflación y aumento de gastos que en las provincias superó el 30%.
Los Kirchner no son generoso, saben que si no comienzan a pagar las obras prometidas durante todo 2006 para que apoyaran la elección de Cristina de Kirchner en 2007 -y que, hasta ahora, no se realizaron-, les será muy difícil renovar la fidelidad de esos gobernadores en 2009.
Eso motiva el plan de obras públicas por $71.000 millones anunciados. No la idea de reducir el desempleo.
Los medios
Quizás el gobierno quiera festejar una posible alianza porteña entre Alberto Fernández y Aníbal Ibarra, 2 viudas del kirchnerismo, o la insulsa reacción del Partido Socialista a la invitación para integrarse a una alianza con la Coalición Cívica y la Unión Cívica, pero cualquier sensación de alivio desapareció cuando Hugo Moyano y sus muchachos resolvieron bloquear una distribuidora de revistas y las plantas de Clarín y La Nación.
En el mundo de los medios, de inmediato se supo que Néstor Kirchner estuvo detrás de la movida del camionero. Si le sumamos los intentos de hombres del oficialismo de lanzar o comprar medios, muchos consideraron que la movida fue parte de un proceso de silenciamiento de la posible oposición para las elecciones del año que viene.
Dentro del oficialismo, hay sectores que ya están cansados de las presiones de Hugo Moyano y de los canjes de servicios que se hacen desde el poder para calmarlo.
Desde tratar de poner una jueza amiga en el Consejo de la Magistratura (¿se imagina la rama gremial en un alto tribunal de justicia?) hasta el regreso del concepto in dubio pro trabajador (en caso de duda se falla a favor el empleado y en contra del empleador) hasta insistir con planes para prohibir suspensiones y despidos por seis meses.
Hugo Moyano está cebado de poder, pero sabe que no puede presionar sobre Clarín y La Nación si no cuenta con el apoyo de la Casa Rosada o, por lo menos, de la Quinta de Olivos. ¿Y por qué se lanzará sobre los grandes diarios, cuando el gobierno quiere limar asperezas con el campo y la Iglesia Católica?
Porque Néstor Kirchner puede estar herido, pero no muerto. Su esencia es la pelea y el enfrenamiento. Así forma y fomenta su poder. Dado que tiene la concepción que sus enemigos son las corporaciones –con la visión que se tenía de ellas en los ´70- cuando se amiga con el campo y la Iglesia tiene fuerza para avanzar contra los medios.
Lo ocurrido en la semana es muy importante. Los Kirchner han reconocido su debilidad, su imposibilidad de ganar las elecciones con facilidad y temen el fuerte impacto que la crisis causará en la Argentina. Han comenzado a tomar medidas, pero como siempre, dejan a todos insatisfechos y creen que con los anuncios ya está todo solucionado y hay que darle las gracias por el esfuerzos realizados.
Desde el paro del campo, la opinión pública ha cambiado, las encuestas lo confirman. Los Kirchner saben que tiene que comenzar a gestionar la crisis, con el fin de evitarla.
Sin embargo, hasta ahora no han gestionado, sólo hacen arte del anuncio estelar que siempre se pondrá en ejecución más adelante. Hace casi seis años que lo vemos, no es nada nuevo.
¿Estarán cambiando los Kirchner? No hay una respuesta, por ahora.
Sí ha cambiado la suerte de los Kirchner. Casi desapareció.
Por lo tanto, los Kirchner que llegarán a las urnas, no son los Kirchner de antes. Estos son Kirchner devaluados. Kirchner a quienes las urnas les queden grandes, probablemente.