martes, septiembre 02, 2008

 

Curiosidad: El pago 'cash' al Club de París confirma que las cuentas públicas argentinas no resisten una auditoría del FMI, y hay dudas sobre a cuánto ascienden las reservas
Que Enrique Pescarmona aplauda la decisión de cancelar la deuda con el Club de París en 1 pago, carece de relevancia. El prebendario Pescarmona se encuentra muy comprometido con los Kirchner tanto en Venezuela como en Ecuador. Tampoco es relevante que el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, celebre el acontecimiento. La decisión unilateral de los Kirchner de cancelar el pasivo con el Club de París requiere una lectura más profunda y menos comprometido con 'la Caja' del matrimonio presidencial.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Los bonos públicos suben y subirán, al menos durante 1 semana. Pero ese no es un dato hoy día. Los especuladores estarán felices por el anuncio de Cristina de Kirchner de cancelar de un pago la deuda con el Club de París, pero hay 2 datos irrefutables:
> los tomadores de deuda evalúan la capacidad de pago del emisor, y la Argentina, con el anuncio de Cristina, pierde capacidad de pago;
> la incapacidad de colocación de deuda soberana argentina en el mercado global sigue intacta porque el anuncio precisaría de otras correcciones adicionales en la política económica, que el Gobierno argentino no parece dispuesto a ejecutar.
Peor aún: Hernán Martín Pérez Redrado queda en ridículo ante la comunidad financiera global y en especial ante sus invitados extranjeros al Banco Central: la Presidenta de la Nación anunció que instruirá al Ministerio de Economía para que disponga de las reservas del Banco Central.
No es un dato menor: Redrado ha reclamado, con insistencia, la autonomía del Banco Central en el manejo de las reservas, pero la Presidenta acaba de informar que Redrado ha perdido esa batalla. Las reservas no son del Banco Central. Las reservas no son para respaldar el circulante en pesos. Las reservas son del Ministerio de Economía para que se dispongan según las decisiones unilaterales de los Kirchner.
El dato es aterrador.
¿Por qué el Gobierno argentino demoró 5 años en intentar normalizar su deuda con el Club de París?
¿Por qué el Gobierno argentino no reestructuró el pasivo en vez de desprenderse de las reservas de libre disponibilidad que están para el respaldo de la base monetaria?
¿Por qué el Gobierno argentino repite el error cometido con el Fondo Monetario Internacional de cancelar pasivo a una tasa de interés 'blanda' para intentar más adelante emitir deuda a tasa de interés superior?
¿Por qué el Gobierno argentino se niega a que el FMI audite periódicamente los números argentinos, base de una reestructuración a plazo con el Club de París?
La negativa a que se conozcan los números verdaderos de las cuentas públicas argentinas potencia las versiones de un escenario futuro muy complejo.
La cancelación en 1 pago fue el consejo brindado por Dominique Strauss-Kahn cuando visitó la Argentina buscando el apoyo para la elección en Washington DC, con Néstor Kirchner en la Casa Rosada, quien manifestó su deseo de una flexibilidad en la relación con el FMI, imposible de conceder. En ese momento, se rechazó. Inclusive se amonestó a Martín Lousteau, cuando era ministro, al 'filtrar' su decisión de dialogar con el Club de París. ¿Por qué ahora se paga todo a la vez? Porque han ocurrido algunos percances:
> El bochorno de la deuda público que compró Venezuela al 16% anual en dólares;
> Los informes negativos acerca de la capacidad de la Argentina de afrontar vencimientos por US$21.000 millones durante el ejercicio fiscal 2009.
> El reclamo de los gobiernos que integran el Club de París para que la Argentina ordene la relación con los bancos del consorcio. Son entidades públicas de 19 países entre quienes se encuentran Alemania, Holanda, Japón, Suiza, España, USA y Canadá. En 2001, por el default, la Argentina dejó de pagar a ese grupo acreedor cuando adeudaba US$1.879 millones. La deuda ya llega, por lo menos, a US$6.706 millones.
Pero, ¿a cuánto ascienden las reservas de libre disponibilidad del Banco Central?
El Banco Central informa una cifra equivalente a US$47.122 millones pero el dinero disponible es un monto muy inferior. Las reservas de libre disponibilidad no son de US$47.122 millones sino de menos de la mitad.
Pero de ese monto hay que restar el juego de operación de pase resultado de la emisión de Lebac y Nobac para comprar reservas y sostener la política cambiaria ofreciendo a los tenedores de pesos una opción lo suficientemente atractiva para que los depositen en el BCRA y así esterilizar la emisión para compra de divisas. Por supuesto que es muy llamativo que el Banco Central argentino se dedique a defender el valor del dólar estadounidense y no el valor del peso, que es la moneda local. Lo convencional es que los bancos centrales defiendan la moneda de cada país.
Al respecto hay todo un debate acerca de si las Lebac y los Nobac deben ser considerados reservas del BCRA o no. Son Letras y Notas del Banco Central con los bancos que pueden ser extendidas, renegociadas o aplicadas según disponga la autoridad monetaria, en forma compulsiva.
Hay quienes han afirmado que, desde mayo de 2003, la tasa de crecimiento de las Lebac y los Nobac es muy superior a la tasa de expansión de las reservas en moneda extranjera y oro.
Pero, ¿cuánto queda, 'limpio de polvo y paja', cuando se restan todos los bonos? El economista Agustín Monteverde lo estimó en entre US$29.000 millones y US$30.000 millones, que ahora serán poco más de US$22.000 millones.
El dato es que la decisión de los Kirchner deja al Banco Central 'a tiro del mercado', al reducir el stock de reservas en un escenario global complejo. Es conveniente que las reservas de libre disponibilidad resulten un 20% superior a los pesos en la base monetaria. Quienes conocen los números afirman que el Banco Central queda sin 'margen'.
¿Garantiza esta decisión el regreso del Gobierno argentino a la colocación de deuda soberana en el circuito financiero global? No. Las dudas son las mismas y la capacidad de intervención del Banco Central es menor.
Lo conveniente era negociar con el Club de París un plan de pago, con la correspondiente auditoría del FMI, obtener todos los beneficios y mantener las reservas de libre disponibilidad.
Los Kirchner han optado por otra decisión, y cuando en 1 semana ó 10 días se pase la especulación con los bonos, aparecerá otra realidad.





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