martes, mayo 06, 2008

 
Guiños
Tras los connubios de El Calafate, el gobierno le hizo ayer un guiño amistoso a la rebeldía agraria, al publicarse en el Boletín Oficial el decreto que reabre parcialmente la exportación de carnes, para que pueda salir, al menos, la vaca vieja de conserva y los novillos pesados, un acuerdo que se había logrado el 17 de abril. En realidad, ese gesto (que todavía deberá ser ratificado por la ONCCA, dominada por Guillermo Moreno), tiende a que los dirigentes puedan salvar la cara ante las bases autoconvocadas, con vistas a postergar la tregua y evitar los cortes de ruta, mientras se desarrollan las nuevas tratativas que se inician hoy. Pero no hay ningún indicio de que el Estado vaya a ceder en el tema de las retenciones móviles, que fueron el disparador del conflicto. En la práctica, esas retenciones establecen un precio fijo para todos los bienes del campo: más produce el campesino, más gana el Estado, de modo que no existe el incentivo del mejor precio, que siempre orientaba al agricultor hacia lo que debía sembrar. En resumen, las tratativas entre el gobierno y el campo se convirtieron ya en un juego de nunca acabar. Ahora, se dice, que el kirchnerismo aceptará discutir la movilidad, si el campo adhiere al Pacto Bicentenario, con que se volvería a coronar, el 25 de Mayo, Cristina Kirchner. Y, entonces, mientras los productores están de brazos caídos esperando la solución a la vera de las rutas, los Kirchner siguen haciendo guiños que luego quedan en la nada.





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