lunes, agosto 06, 2007

 
La pelea del Presidente contra los números no sólo se desarrolla en el INDEC; tampoco le cierra su declaración de bienes.
Por Jorge Lanata
05.08.2007 01:48
“Yo, como intendente, ¿qué quiero? Que el Presidente invierta acá. (…) Que la tierra que la Municipalidad vendió a $ 4,50 suba. ¡Ojalá…ojalá después que compran la tierra valga 120 y 130 pesos!” Néstor Méndez, intendente de El Calafate, por Radio del Plata. “Los santacruceños me votaron una y otra vez. Es una sociedad muy pequeña. No lo hubieran hecho si yo fuera un hombre de moral cuestionable.” Néstor Kirchner, frente a diversas preguntas sobre cómo se enriqueció.
“En el ballottage contra Menem, el ARI va a apoyar a Néstor Kirchner, pese a que el candidato de Santa Cruz tendría serios problemas para explicar su declaración jurada.” Elisa Carrió, en 2003. La pelea del Presidente contra los números no sólo se desarrolla en el INDEC; tampoco le cierra su declaración de bienes. Aunque ocupa el quinto puesto en el argentine top forty de funcionarios ricos, Kirchner y sus contadores no han logrado imaginar una evolución patrimonial, en blanco, que resulte verosímil. El ex presidente de la Casa de la Moneda (propia) Armando Gostanian encabeza la lista de millonarios con $ 23.038.580; le siguen Ramón Puerta con trece, Alberto Rodríguez Saá con nueve, Raúl Rivara con casi siete y Kirchner con $ 6.666.137. En las elecciones de 2003, Poder Ciudadano y el entonces jefe de campaña K, Alberto Fernández, jugaron al teléfono descompuesto: aunque la ONG los acribilló con llamados diarios, el candidato nunca presentó su declaración de bienes. El 7 de abril de aquel año Kirchner envió una carta de lectores a La Nación en la que reconoció tener un patrimonio de $ 2.239.517,85 pesos. Al año siguiente, sin embargo, la declaración jurada de Cristina presentada ante el Senado, que debería incluir por ley los bienes del matrimonio, fue por un total de $ 767.569. La aversión K hacia los números tuvo su correlato en los gastos de campaña: obligado por la Justicia a blanquear sus gastos diez días antes de los comicios, el actual presidente declaró que sólo había gastado tres pesos para abrir una cuenta bancaria. Finalmente a cargo de la presidencia, K debió presentar su primera declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción: en ella los dos millones reconocidos por él mismo en el diario La Nación se habían transformado en casi siete. En aquel documento pudo conocerse que tenía 24 propiedades en Río Gallegos, El Calafate y Capital Federal. Puestos a chequear las cuentas, varios advirtieron entonces que la historia del abogado emprendedor rematando propiedades al amparo de la 1050 no cerraba. La mayoría de las propiedades declaradas son pequeños locales comerciales y departamentos en zonas marginales de Río Gallegos, y suman un valor fiscal de $ 243.447. El desfase entre el precio oficial y el de mercado podría sumar varios millones. Estas “oscilaciones” se registran también en las sumas que declara depositadas en el sistema bancario: 2003: $ 6.046.042 2004: $ 5.993.135 2005: $ 6.505.386 2006: $ 8.061.713 El otro ingreso que suma al Gran Total es el percibido por los alquileres, a cargo de Máximo Propiedades, que triplica cada año su renta en ese concepto: 2003: $ 56.050 2004: se triplica a $ 164.468, aunque sólo se agrega una propiedad que no fue puesta en alquiler ya que fue ocupada por él mismo cuando dejó la residencia oficial de gobernador. Compró la casa a la familia Gotti (dueña de una afortunada empresa de construcciones local), y sólo le hizo una reforma, instalando allí una caja fuerte. Lo mismo sucedió en su casa de El Calafate. 2005: el ingreso por alquileres se duplicó: $ 276.793, sin modificarse el número de propiedades. 2006: los alquileres se quintuplicaron, $ 1.380.448, pero sumó un solo departamento nuevo en Río Gallegos. Aunque la inflación oficial fue de 13,8%, el aumento de las rentas tampoco tuvo que ver con un ajuste: varios de sus inquilinos afirmaron ante PERFIL que Kirchner no les aumenta desde hace tiempo. En la casa de Pico Truncado 37, el inquilino Fernández dijo a PERFIL que el Presidente “hace cinco años que nos mantiene el precio en setecientos pesos. Es un propietario normal, como cualquier otro. En diciembre vence el contrato y creo que me lo va a subir, pero sólo un poco”. Jorge Guiñazú, dueño de La Comercial Médica, una farmacia que ocupa la esquina de Alcorta y Chacabuco, aseguró: “Se porta muy bien como propietario. Estamos en un mal momento y en la inmobiliaria lo entienden. Hace bastante que no nos aumentan”. EL CALAFATE, DE REMATE La reacción brutal de Néstor Méndez, el intendente de El Calafate, frente a la denuncia de PERFIL sobre la compra de tierras fiscales tenía, justo es reconocerlo, su asidero: el Presidente y su esposa no compraron –como sostuvo este periodista y se señalaba en los documentos oficiales– tierras a $ 7,50 el metro cuadrado. Según la declaración jurada K de 2006, llegaron a pagar, en algunos casos, $ 2,98 el metro cuadrado. Pagaron mucho menos y ganaron mucho más: K vendió uno de aquellos terrenos a $ 1.644.570 y a $ 84.719 la mitad de otro. La nota de referencia, en la que PERFIL “se quedó corto”, informó que el matrimonio presidencial había adquirido: Cristina: 1) 10.000 metros cuadrados con destino a chacra el 21 de octubre de 2004. 2) 44.106 metros cuadrados el 14 de febrero de 2005. 3) 87.041 metros cuadrados el 19 de abril de 2006. Néstor: 1) 20.000 metros cuadrados el 1 de marzo de 2006. 2) 18.258 metros cuadrados el 19 de abril de 2006. En ambos casos, según lo revelado ahora por su propia declaración, los terrenos fueron adquiridos a un precio promedio de $ 7,50 a $ 6,57. Pero otras operaciones hasta ahora desconocidas revelan compras mucho más espectaculares: - El 14 de septiembre compró un terreno de 47.319 metros cuadrados a 150.000 pesos: $ 3,18 el metro cuadrado. - El 19 de abril compró otro terreno más de 43.251 metros cuadrados, y declara poseer el cincuenta por ciento de la propiedad. El precio que pagó por metro cuadrado fue de $ 1,49. En la declaración jurada de 2005, el Presidente asegura tener en El Calafate una casa y cuatro terrenos. En la correspondiente a 2006, una casa y siete terrenos, habiendo vendido uno de 6.000 metros a 1.644.570 pesos, esto es a $ 274 el metro cuadrado, treinta y seis veces más de lo que pagó por él. Henry Ford debe sentirse humillado. En marzo de 2005, el juez federal Julián Ercolini sobreseyó al Presidente y a su esposa en la causa en que se los investigaba por enriquecimiento ilícito. Voceros judiciales dijeron a DyN que “el crecimiento económico del matrimonio resulta coherente con el estilo de ahorro”.





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