viernes, febrero 09, 2007

 
Incredulidad
La primera víctima del cimbronazo en el INDEC han sido los bonos de la deuda argentina que habían sido comprados con entusiasmo desde fines de 2006, porque agregan a las tasas convenidas una actualización por CER, o sea, corrigen el valor de acuerdo al índice del costo de la vida. Pero si el índice oficial es falso, o apenas dudoso, como sugieren los rebeldes, los ahorristas se sienten estafados y empiezan a desprenderse de los papeles. La segunda víctima van a ser los convenios de trabajo que comenzarán a discutirse en marzo, porque si los gremialistas evalúan que los precios crecen más cerca del 20% anual que del 10%, como dice el gobierno, por mas "compañeros" que sean todos, van a atrincherarse en pedidos de aquel orden. En suma, que el desatino de echar a Graciela Bevacqua refluye en moneda de incredulidad sobre el presidente, por encima de las discusiones más o menos crípticas sobre si enero dio 1,5% o 2,1% de alzas, como cuando se busca romper el termómetro para ocultar la fiebre, o cuando se mata al mensajero para que no se divulgue la mala noticia...





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