domingo, noviembre 12, 2006

 
Renuncias
Inspiradas por el presidente, las renuncias del gobernador Solá y de su colega jujeño Eduardo Fellner a intentar otra reelección introduce cierto grado de alivio en el paisaje político general, que todavía a un año del comicio de renovación ya estaba adquiriendo un carácter demencial, con golpes de mano recíprocos en el peronismo donde se tiran con cadáveres, sarcófagos y mausoleos. Lamentablemente, en cambio, esta renuncia abre a destiempo la carrera a la sucesión de Solá en el bando oficialista y, como no existe un mecanismo civilizado para decidir esa sucesión, habiéndose eliminado los comicios internos abiertos, habrá que recurrir al dedo milagroso del presidente, quien designará seguramente al candidato. Y esta intrusión no dejará de causar algún otro tipo de problemas...





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